Educación inicia el próximo curso con Umandi y Padre Orbiso la fusión de colegios en Vitoria

Desde la consejería liderada por Begoña Pedrosa insistieron ayer en que la fusión será «muy gradual», y este punto es importante porque precisamente es lo que ha generado el malestar entre las familias de ambos centros. Según su versión, a finales del pasado mes de noviembre se les informó de que la fusión se iba a realizar de manera total y que, desde septiembre de 2025 los actuales 190 alumnos de Padre Orbiso iban a integrarse en Umandi, que cuenta con 490. Hay que tener en cuenta además que en el caso de Padre Orbiso acoge a un elevado número de estudiantes de origen extranjero y que fue hace seis cursos cuando se implementó el modelo D –con el euskera como lengua vehicular– mientras que Umandi desde sus orígenes en 1974 nació como una ikastola con la lengua vasca como eje transversal.

La imposición de Educación ha llevado a las familias a movilizarse y a remitir cartas a la delegación en Álava solicitando que la fusión se realice de manera progresiva y que no afecte a todas las aulas desde el próximo curso. Solo después de que la noticia saliera ayer a la luz, representantes del departamento acudieron al centro para retractarse e intentar aplacar los ánimos.

Consultadas por este periódico, fuentes de Educación insistieron en que este movimiento no va a implicar el cierre de aulas ni mucho menos de ninguno de los dos colegios. «Los dos centros se van a convertir en un único proyecto educativo», subrayaron, aunque sin poder aportar más detalles sobre cómo se va a materializar o en qué va a consistir ese proyecto compartido. Educación tampoco aportó el dato de qué porcentaje del alumnado matriculado en Padre Orbiso es de origen extranjero mientras defiende el argumentario de que el nuevo proyecto educativo será «más sólido, coherente e inclusivo» y que ofrecerá «mejores oportunidades de aprendizaje al alumnado y fortalecerá la cohesión social». Para ello se contará con un «liderazgo sólido y renovado, formado específicamente para implementar equipos integrales de dirección desde el compromiso con una educación inclusiva».

Por su parte, las familias ven como un obstáculo para la integración de ambas escuelas el que gran parte del alumnado de Padre Orbiso proceda de ámbitos no euskaldunes. Entienden que una fusión inmediata de las clases del mismo nivel supondría un paso atrás muy relevante en la educación de sus hijas e hijos, que tendrían que adaptarse a un nuevo entorno educativo, «con la ralentización que eso provocaría en sus procesos de aprendizaje». Y niegan, como dice Educación, que se les haya tenido en cuenta en todo este proceso.

En el transfordo de toda esta cuestión, y aunque el departamento haya puesto ahora el foco en la lucha contra la segregación, está también el descenso de matriculaciones como consecuencia de la imparable caída de la natalidad. En el actual curso escolar, Álava ha perdido 692 niños respecto al anterior y esa sangría de escolares continuará en los próximos años. Según las previsiones que maneja la consejería que lidera Begoña Pedrosa, entre los años 2021 y 2032 Euskadi perderá 65.000 alumnos y cerrará 4.000 aulas.

Por eso no es de extrañar que estén sobre la mesa otras fusiones como la de San Ignacio y la ikastola Adurtza, posibilidades que ya han llegado a oidos de la comunidad educativa. Las familias de este segundo centro admiten que «tenemos que reunirnos, hablar, reflexionar y decidir cuál será nuestra postura en este proceso», que en cualquier caso no se producirá de manera tan inminente.

El otro par de centros para los que se plantea una integración son Santa María de Vitoria y Landázuri, ambos en la calle Beato Tomás de Zumárraga. Estos dos colegios ya comparten patio, gimnasio o aula de psicomotricidad y en algunos casos utilizan las mismas metodologías, por ejemplo un mismo programa de lectoescritura en las edades más tempranas. En su caso, temen que el cambio perjudique a la convivencia y que al duplicar el tamaño se rompa con el ambiente familiar que existe ahora mismo en los dos centros.