Familias de Adurtza y San Ignacio piden más información sobre la fusión
El AMPA del segundo colegio denuncia que no habrá ninguna representación de su centro en el nuevo equipo directivo
Olárizu contará el próximo curso con un nuevo centro escolar, el resultante de la fusión entre la ikastola Adurtza y el colegio San Ignacio. Las ... familias se concentraron hace cinco meses para exigir al Departamento de Educación «concreción» y más información sobre un proyecto que condicionará el futuro de sus hijos. Pues bien, a día de hoy siguen teniendo muchas dudas de cómo se hará y todavía no está claro a qué etapas afectará la primera fase de la integración que arrancará el próximo mes de septiembre. Esta semana se han reunido las AMPAs de ambos centros para analizar la situación actual y abordar los retos a los que se enfrentan.
En el caso de las familias de San Ignacio -una escuela con un amplio porcentaje de alumnado extranjero- les preocupa la falta de representación en el futuro proyecto. «Se dijo que el equipo directivo del nuevo colegio estaría formado por tres personas de Adurtza y solo una de San Ignacio. Aquí eso no les encajaba, lo veían mal y han renunciado a formar parte del futuro equipo directivo. Nos quedamos sin representación», denuncian desde el AMPA Olaitu, que considera injusta la situación. Sobre este tema, fuentes del departamento de Educación argumentan que «se trata de procesos internos y decisiones de las propias comunidades educativas». Repreguntadas por este periódico, señalan que «el nuevo equipo directivo estará formado por representantes de ambos centros».
Es algo que tampoco tienen claro en el AMPA de la ikastola Adurtza. «No hay nada oficial, nada en papel, porque todo se dice de manera hablada y no hay ni actas de las reuniones. Todo lo relacionado con el nuevo equipo directivo puede cambiar en cualquier momento», trasladan las familias de la ikastola. En su caso, lo que más les preocupa son las cuestiones relacionadas con las infraestructuras. «No sabemos qué va a pasar con la valla que divide ambos centros, ¿vamos a ser uno solo y va a seguir ahí?», se cuestionan. Lamentan que el presupuesto recibido para acondicionar los espacios no es suficiente y tampoco saben con cuántos alumnos se conformarán las nuevas aulas. «No tenemos información sobre los ratios ni sobre cuántas líneas va a haber», añaden en este sentido los progenitores de San Ignacio.
«No hay nada oficial, nada en papel, todo se dice de manera hablada y no hay ni actas de las reuniones»
Sobre la metodología educativa que se empleará en el nuevo colegio de Olárizu sí consideran que se está avanzando y se han conformado grupos de trabajo con tareas concretas. «Las direcciones de ambos centros se reúnen quincenalmente junto con el inspector de referencia para avanzar en un plan de trabajo conjunto. Se trata de un proceso que se está desarrollando con rigor, participación y acompañamiento con el objetivo de garantizar el mejor resultado posible», defienden por su parte desde el área liderado por Begoña Pedrosa.
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