La falta de secretarios paraliza la actividad en los ayuntamientos más pequeños de Álava
«Durante semanas hemos sido incapaces de pagar facturas de apenas diez euros», destaca el alcalde de Urkabustaiz, Xabier Álvarez de Arkaia
La firma del secretario general de un ayuntamiento es fundamental. El visto bueno de este funcionario encargado de velar por la legalidad de las decisiones ... que se asumen es imprescindible para dar permisos de obra, entregar subvenciones o simplemente certificar que un ciudadano está al corriente con los pagos con la administración. Así que su ausencia se convierte en un quebradero de cabeza para realizar cualquier tipo de trámite. «Desde hace varias semanas hemos sido incapaces de pagar facturas de apenas diez euros», apunta a EL CORREO el alcalde de Urkabustaiz, Xabier Álvarez de Arkaia.
Su caso ni es particular ni circunstancial. «El día que nuestra secretaria se cogió la baja coincidió con que teníamos convocado un pleno para completar una documentación para optar a una subvención pública, llamé a seis municipios de nuestro alrededor para que me 'prestasen' al suyo y resultó que ellos tenían el mismo problema que nosotros porque sus técnicos estaban enfermos o se habían cogido vacaciones», explica el regidor. Tras casi un mes de espera, el lunes llegó un sustituto para cubrir el hueco de la trabajadora que aún sigue de baja. Poco a poco se va rebajando el montón de asuntos pendientes de firma que había en dependencias municipales, entre ellos, algunas licencias de obras que contaban con el informe favorable del arquitecto, cumplían con todas las ordenanzas y habían sido aprobadas por la Junta de Gobierno, pero aún no podían mover ni una sola piedra por falta de autorización.
Porque para realizar estas sustituciones hay que recurrir al Instituto de Administración Pública del Gobierno vasco (IVAP), que en estos momentos cuenta con una 'bolsa' muy limitada de profesionales capacitados para ocupar el puesto de secretario general de un ayuntamiento. «Lakua nos pasó una lista que tenía de licenciados de Derecho y fuimos llamando, uno a uno, para saber quién estaba disponible y contaba con una autorización a nivel nacional que le permitiera desempeñar estas tareas», detalla el alcalde de Urkabustaiz.
Bolsas de trabajo
La diputada de Equilibrio Territorial, Irma Basterra, reconoció esta misma semana el problema en Juntas Generales, aunque justificó que el responsable de esta situación es el Gobierno vasco como titular de las bolsas de trabajo. «Nosotros estuvimos tres meses sin secretario y sobrevivimos con imaginación o delegando en otras administraciones. Lo pasamos tan mal que le propusimos a la Diputación que contratase dos secretarios generales para cubrir las ausencias en los pueblos. No sé si esta legislatura retomarán el tema», comenta el regidor de Zalduondo, Gustavo Fernández, quien explica que este problema no afecta a localidades como Vitoria, Llodio o Amurrio al gozar de una amplia plantilla de funcionarios.
«Muchas veces sacábamos adelante las medidas a través de decretos de Alcaldía y ante la ausencia de una firma colegiada yo asumía cualquier responsabilidad legal. No podíamos mantener el Consistorio paralizado», justifica Fernández. Tal es el desconcierto que genera esta situación que los alcaldes de Álava ya se piden consejo mutuamente. «Poco después de nuestro caso sucedió en Zambrana y recuerdo cómo Aitor Abecia, su alcalde, me telefoneaba cuando se encontraba con problemas de este tipo», afirma.
Encargados de velar por la legalidad de las decisiones políticas
No hay que confundir al administrativo que organiza la agenda del alcalde, recibe las llamadas y realiza el trabajo que éste delega con el secretario general de un ayuntamiento. Este cargo es uno de los más importantes de la estructura municipal porque es el encargado de velar por la legalidad de las decisiones que asuman los órganos de gobierno. Además de ser licenciado -no tiene por qué ser en Derecho-, quienes estén interesados tienen que superar pruebas para acreditar sus conocimientos en contabilidad, tributos, registro y, entre otros, presupuestos.
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