El coronavirus invade las residencias vascas: dos muertos y un brote con 33 casos
Los centros de mayores vuelven a sufrir las peores consecuencias de la pandemia, donde se han registrado los dos primeros decesos desde el 1 de julio. El virus campa descontrolado por Euskadi, que suma otros 593 infectados.
El coronavirus vuelve a segar vidas entre los usuarios de las residencias vascas, donde no se registraban fallecimientos por esta causa desde el 1 de julio. Bizkaia comunicó ayer el deceso de dos mayores, ambos con «graves patologías previas». Una de las víctimas estaba ingresada en el hospital y otra, en el centro Birjinetxe de Txurdinaga (Bilbao), donde se deriva a mayores infectados para que sean cuidados y evitar contagios secundarios en sus residencias de origen. Son las primeras muertes «de la segunda ola de la pandemia» entre los usuarios de la red, según el Departamento de Acción Social. Y se suman a la lista negra que el patógeno dejó en los geriátricos de Euskadi entre marzo y junio.
El virus se volvió a colar hace apenas dos semanas en los centros. El 9 de agosto, Bizkaia anunció la detección de un brote en una residencia de Bilbao La Vieja. Entonces había tres personas hospitalizadas con coronavirus procedentes de al menos dos geriátricos y 12 se recuperaban en Birjinetxe. Ahora, la cifra de usuarios contagiados se eleva al menos a 154 porque los equipos de intervención rápida de la institución foral realizan a diario cribados masivos y ya han detectado siete brotes en este plazo. Los profesionales destaparon ayer el último en la residencia Elorduy de Barrika. Los especialistas lo supieron cuando dos de sus usuarios, que estaban hospitalizados, dieron positivo. Realizaron el test a 67 mayores y a 39 profesionales. En la mañana de ayer se supo que otros 31 usuarios y al menos cuatro de los trabajadores se habían infectado. La mayoría de los ancianos, 27, no padecían ningún síntoma.
21 infectados en las residencias alavesas
En Álava, provincia también muy castigada, la primera en la oleada inicial del virus, son por ahora 21 los infectados en las residencias de ancianos. La vitoriana de Txagorritxu contó los dos primeros del rebrote de la enfermedad vírica, pero esta semana se ha desatado el contagio masivo en el centro de Murgia, con 19 usuarios y cinco trabajadores, en su mayoría asintomáticos.
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En Bizkaia, el de Barrika es el brote que suma el mayor número. El anterior fue confirmado el jueves en la residencia del IFAS de Elorrio y el resto han sido controlados ya en Bilbao La Vieja, Zamudio, Zorroza, Gallarta e Indautxu. Pese a los mecanismos de detección precoz y aislamiento, la cifra entre los mayores sigue creciendo.
Trabajadores
El temor es patente. Y es que el viernes,se contabilizaban 123, de los que nueve estaban hospitalizados, el triple que dos días antes: 55 seguían en los equipamientos en los que residen habitualmente, 26 permanecían en el equipamiento Truiuondo de Zamudio, 28 en el centro IMQ Igurco de Zorrozgoiti, en Bilbao, y otro usuario en la Fundación Miranda de Barakaldo. En Birjinetxe, mientras, se atendía a 59 procedentes de distintas residencias, además de a otras 18 personas en situación de fragilidad que están realizando allí la cuarentena.
A todos ellos se suman los 31 positivos detectados ayer en Barrika. Desde el 8 de agosto, otros cinco usuarios de la red de residencias se han recuperado de la infección y ya son 1.626 a lo largo de la pandemia.
Entre los trabajadores de los centros de mayores, las bajas también se están disparando. El viernes había 68 positivos en el colectivo, a los que se sumaron ayer los empleados de Elorduy. Otros 73 estaban en aislamiento a la espera de que se confirme si están infectados.
El virus encuentra en las residencias de ancianos del País Vasco el entorno idóneo para expandirse y hacer daño. Son espacios cerrados donde residen personas vulnerables y donde se incrementa también la transmisión y la probabilidad de impacto de la infección, según los expertos consultados. Para evitar que el virus haga estragos, la última orden de la consejera de Salud, Nekane Murga, insiste en que los trabajadores que se incorporen a sus quehaceres después de un permiso o de sus vacaciones, deberán realizarse una prueba PCR con 72 horas de antelación como máximo. Los nuevos ingresados también. Además, se repetirá de forma periódica a empleados y usuarios.
Bilbao blinda el entorno del Arriaga y enmudece sin Marijaia
Muy poca gente, incluso para tratarse de un sábado de agosto, y una calma que sorprendió a vecinos y a los escasos turistas que paseaban por Bilbao reinaba a escasos minutos de las siete de la tarde de ayer, hora en la que se tendría que haber lanzado el txupin de una Aste Nagusia suspendida desde mayo para garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias en tiempos de pandemia. No obstante, pese a los llamamientos del Ayuntamiento apelando a la responsabilidad de la ciudadanía, el Consistorio blindó la zona del Arriaga y mantuvo una estrecha vigilancia en las inmediaciones de El Arenal a fin de impedir posibles aglomeraciones y tumultos en un lugar que todos los años congrega a miles de personas para abrir unas fiestas que el virus también se ha llevado por delante.