Fallece el alavés Luis de Lezama, sacerdote, empresario y periodista de marcada vocación social
Muy comprometido con los más desfavorecidos, destacó en la hostelería e impulsó la creación de la Cadena COPE
Helena Rodríguez
Sábado, 11 de enero 2025, 19:52
El sacerdote, periodista y empresario alavés Luis de Lezama, conocido popularmente como 'cura Lezama', murió ayer en Madrid. El religioso de Amurrio, muy comprometido durante ... décadas con los barrios marginados y con las causas sociales, tenía 88 años de edad y ha fallecido tras intentar superar una recaída de una grave enfermedad contra la que luchaba desde hace tiempo.
Polifacético e incansable, fue uno de los impulsores de la fundación de Radio Popular de Madrid y de la Cadena COPE, donde incluso llegó a ganar un Ondas en 1972 a mejor programa religioso, por 'El rastro de Dios'. También ejerció como corresponsal en la «guerra de los seis días» en Israel y cubrió la aparición de los supervivientes del accidente aéreo de los Andes en 1972, como enviado de la Agencia Efe.
Chinchón fue la primera parroquia a la que fue destinado y allí enseguida conectó con el tejido social de la localidad. Según informa 'ABC Sevilla', en aquel destino impulsó distintas iniciativas orientadas a mejorar las condiciones de los trabajadores y la competitividad de industrias locales a través de cooperativas y de la apertura de negocios hosteleros. Asimismo, logró la inclusión del municipio madrileño en la red nacional de Paradores y puso en marcha La Pasión de Chinchón, declarada en 1980 Fiesta de Interés Turístico Nacional por el Ministerio de Comercio y Turismo.
Fue en dicha localidad donde, con todas estas iniciativas surgió el germen de lo que luego fue el Grupo Lezama. Su implicación social se acentúo cuando en su siguiente destino en la parroquia de San Carlos Borromeo, en el barrio madrileño Entrevías, uno de los más desfavorecidos de la capital.
Allí conoció a personas de referencia en lo que se refiere a la acción social de la Iglesia española, como el jesuita padre Llanos. Fue entonces cuando descubrió la necesidad de proporcionar a unos y otros no solo pensión y manutención, sino también un medio por el que puedan formarse y desenvolverse profesional y humanamente.
Así es como, unos años más tarde, en 1974, abrió en Madrid la Taberna del Alabardero, negoció que posteriormente expandió a otras ciudades españolas. Tal y como relató el mismo en 'Historias y recetas de mi taberna' (PPC Editorial, 1995), en otoño de 1974 participó como delegado de Vocaciones de la Diócesis de Madrid en unos encuentros juveniles celebrados en Granada. Allí, una gitana se acerca a él para venderle un pequeño hierro para marcar reses: «Llévese este hierro, señor, que le va a cambiar la vida». Años más tarde, aquel objeto de hierro se convertiría en el emblema del Grupo Lezama, que poco a poco fue creciendo a lo largo de la geografía española, con marcada presencia en Andalucía.
Y es que Luis de Lezama tuvo una estrecha vinculación con Málaga y Sevilla, donde abrió una escuela de hostelería para seguir desarrollando sus proyectos de inclusión y de segundas oportunidades a los jóvenes desfavorecidos. Por último, es necesario recordar los encuentros intelectuales y religiosos que propiciaba en su caserío de Amurrio, ya que nunca perdió sus lazos con su localidad natal. En 2014, fue galardonado como Alavés del mes por EL CORREO y más recientemente recibio la Medalla de Plata de Álava.
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