37.500 vitorianos son de origen extranjero, seis veces más que en 2001
El 15% de los vecinos de la capital vasca procede de otros países, la mayoría de África. Su presencia «rejuvenece» el censo
Hace dos décadas, cuando la capital alavesa comenzaba a dar forma a sus nuevos barrios, Salburua y Zabalgana, apenas el 4% de sus vecinos había ... nacido en otros países. Hoy son el 15,1%. En este tiempo se han extendido la ciudad en unos cuantos kilómetros y ha crecido también su población extranjera hasta multiplicarse por seis. De los 6.247 que sumaba en el censo local de 2001 a los 37.494 que conviven actualmente en sus calles, según la estadística publicada este jueves por el Eustat. La mayoría, y eso no ha cambiado, procede de América del Sur y del Magreb aunque en Vitoria residen personas con carné de los cinco continentes. Sólo la crisis económica desatada en 2008 frenó la llegada de migrantes –y con un único paso atrás, entre 2012 y 2013, con casi 2.000 menos en el padrón– que se mantiene constante desde el cambio de siglo.
La Vitoria multicultural lo es cada año un poco más, y bastante más que Bilbao (un 14,1% de extranjeros en su padrón) y San Sebastián (12,8%). Unai Martín, profesor de la UPV/EHU y miembro del grupo Opik de investigación en determinantes sociales de la salud y cambio demográfico, reconoce que «el perfil de quienes vienen no será muy diferente pero es verdad que aquí llegan en una mayor proporción». Y eso «tiene un efecto rejuvenecedor, aunque limitado», sobre el censo. De hecho, la ciudad arroja en este informe el mayor porcentaje de residentes de 0 a 19 años (19%) y el menor de vecinos que superan los 65 (22%) respecto a las capitales vizcaína y guipuzcoana, donde un cuarto de su población se encuentra ya por encima de esa edad.
La población extranjera sólo se redujo entre 2012 y 2013, muy condicionada por la crisis económica
Quienes salen de sus países son «las generaciones en edad fértil» y, además, «vienen de regiones con unos patrones de fecundidad más altos» que los de las vitorianas, que se alejan cada vez más de los 1,5 hijos por mujer. En resumen, la migración añade «más personas y con más hijos por persona» e impacta de lleno en la natalidad. Eso ha ayudado a que la ciudad se plantara a 1 de enero con 248.106 habitantes (un 15,6% más que en 2001), entre ellos 7.742 sudamericanos, 6.440 magrebíes y 3.714 procedentes de otros puntos de África. Muchos se han asentado de manera definitiva en Vitoria aunque «los patrones de fecundidad se asimilan a los nuestros en las segundas generaciones», señala el sociólogo sobre la evolución de estos vecinos nacidos a miles de kilómetros de la plaza de la Virgen Blanca.
Oportunidades laborales
Y si Vitoria es la capital vasca con mayor proporción de migrantes en sus calles, Álava destaca asimismo entre los tres territorios con un 13,8% frente al 11,7% que contabiliza Gipuzkoa y el 11,1% de Bizkaia. El experto de la UPV/EHU recuerda que el fenómeno migratorio está «muy relacionado con las oportunidades laborales» y que en esta provincia pesa más el sector agrícola, una salida laboral que buscan numerosos extranjeros, que en el resto, más orientadas a los servicios. «En el ámbito rural alavés hay una importante migración», constata. La prueba se encuentra en zonas como Rioja Alavesa:en Oion, por ejemplo, se trata del 15,2% de su población y en Lanciego se eleva hasta el 18,3%. En cambio, en Llodio, mucho más industrial, los vecinos nacidos en otros países suponen 'sólo' el 8,1%.
El fenómeno migratorio se extiende al resto de Álava y en pueblos como Lanciego alcanza el 18% del padrón
El investigador del grupo Opik insiste en que «gran parte de lo que pasa en la demografía se explica por la migración, no tanto por la natalidad». El rejuvenecimiento de la población que traen los extranjeros, eso sí, no evita que Vitoria peine cada vez más canas. En la ciudad viven 54.517 mayores de 65 años (22.000 más que hace sólo un par de décadas) aunque el sociólogo duda de que ese límite de edad sirva ya para medir cómo de envejecida se halla una sociedad. «Una persona vieja no lo es en función de que tenga muchos años, sino de los años que le quedan por vivir», expone, consciente de que un sexagenario de hoy poco tiene que ver con otro del siglo pasado. Tampoco la juventud se analiza de igual manera pero, si se atiende a la última estadística del Eustat, en la capital alavesa se cuentan 47.189 chavales que no pasan de los 19 (en 2001 eran unos 8.000 menos).
En opinión de Martín, no se debería ver el envejecimiento de la población en términos negativos. «Que haya tanta gente con más de 65 años a mí me parece genial. Es un síntoma del mayor éxito social de nuestra historia, que es que las personas cada vez vivamos más», valora. El «fracaso» viene, a su juicio, de que «la gente tiene menos niños de los que querría tener». En Vitoria, por ejemplo, hay 1.817 niños y niñas que nacieron en 2021, 1.824 de 2020, 1.971 de 2019... El último ejercicio en que la ciudad alumbró a más de 2.000 criaturas fue 2018. No obstante, recuerda el sociólogo, «la natalidad en Álava es ligeramente mayor» a la de los otros dos territorios vascos. De nuevo, la migración explica esa diferencia. Con ella, además, tanto la capital como la provincia –Bilbao y Bizkaia se llevan la peor parte– destacan en este estudio como las únicas que ganaron población a lo largo del pasado año.
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