«Tendríamos que soñar con atraer un evento internacional al mes a Álava»

- ¿Vitoria es más o menos deportista que antes del covid?

- Muchos más. Todos conocemos a alguien que ha sustituido quedar con los amigos en una terraza por acercarse a los Montes de Vitoria, coger la bici o simplemente salir de paseo. Todo a nivel de deporte popular, que es lo que más afición genera y más salud aporta a la población.

- La media en Álava antes de la pandemia se acercaba a una prueba popular cada dos semanas. ¿Cuándo recuperaremos ese ritmo?

- Nosotros ya hemos vuelto a un calendario normalizado de eventos. Mantenemos el Maratón Martín Fiz, la Carrera de Empresas o el Ironman y hemos sacado adelante la Catedral Vieja-Cruz del Gorbea, un trail running (carrera de montaña) o dos cicloturistas. Es cierto que hay menos inscritos, pero que no se nos olvide que iniciamos 2022 sumidos en el ómicron y ahora estamos con la crisis por la guerra de Ucrania, que también resta. Yo creo que a partir de mitad de año, y si todo sigue bien, volveremos a tener un ambiente deportivo pleno.

- Hace un lustro dijo que en Vitoria «no se cuida al organizador, solo pedimos algo más de cariño». ¿Ha mejorado en algo la situación?

- Sí, porque justo después cambiaron las cosas a mejor y 2019 fue un año 'top'. Lo cierto es que todos los organizadores de eventos, tanto deportivos como musicales o congresuales, pedimos un poco más de empatía y no me refiero al tema económico, sino a las dificultades con las que se topa cualquier promotor y nos obligan a ir solventándolas con aguja y dedal. Desde hace muchos años pedimos una ventanilla única para los organizadores. Se nos dijo que sí, pero la verdad es que poco se ha avanzado en este aspecto. Estoy hablando a nivel global porque nosotros particularmente sí que percibimos mejoras concretas y contamos con mesas de trabajo interdepartamentales en el Ayuntamiento y la Diputación para el Ironman o la Martín Fiz.

- ¿Cómo se financia una prueba como el Ironman?

- La mayor parte de los fondos, alrededor del 70%, vienen de las cuotas que pagan los participantes y algo más del 15% son patrocinadores privados, tanto locales como internacionales. Entre un 10% y un 12% de ese dinero viene de las instituciones públicas. No tenemos el presupuesto de la prueba de Fráncfort, pero seguimos entre los más valorados por los participantes y somos uno de los pocos que se celebran en el 'corazón' de una ciudad. Para otros eventos, eso sí, contamos con presupuestos de supervivencia y a nada que surja un gasto extra o un imprevisto acabamos en rojo.

- ¿Cree que la ciudadanía tiene claro cuál es el impacto económico de las pruebas internacionales? Alguno sólo percibe los cortes de tráfico.

- En el caso del Ironman tendremos 2.300 inscritos este año de setenta países y somos el evento que más pernoctaciones genera en la provincia, con dos noches y media.

- ¿El número limitado de plazas hoteleras condiciona el crecimiento de este tipo de eventos de ciudad?

- Ya pasa que todos los alojamientos de Vitoria están completos el fin de semana del Ironman y hay gente que acaba en Mondragón o Miranda. Esta prueba es posible que en un futuro no muy lejano crezca hasta los 4.000 participantes y junto a sus acompañantes podrían sumar hasta 10.000 visitantes. Vitoria tiene las plazas hoteleras que tiene porque anualmente tan sólo contamos con dos eventos deportivos de talla internacional y un festival de la categoría del Azkena Rock. Tenemos que soñar con conseguir al menos uno cada mes o tres de gran formato en los meses de verano. Esto beneficiaría a hoteles, comercio, gastronomía, gasolineras, taxis...

- ¿En otras capitales del entorno, como Bilbao, se apoya más este tipo de iniciativas?

- En Bilbao y Bizkaia tienen una marca propia y se apoya a los proyectos de forma unánime. Allí existe el departamento Ekintza que en la práctica se dedica al apoyo de eventos y a la promoción de la marca de ciudad, y eso creo que le falta a Vitoria. Se deben crear estrategias comunes.

- ¿Desde el otro lado de la 'muga' le han planteado que traslade alguno de los eventos que gestiona en Álava?

- Lo que aquí organizamos es de Vitoria. De nadie más. A partir de ese punto hay que apoyar los eventos que se desarrollan aquí, los que organizamos nosotros y también otras muchas empresas. Hay que tener en cuenta que un evento internacional necesita un mínimo de 14 ó 16 meses para su preparación y si hablamos de la primera edición nos iríamos hasta más de 18 meses para diseñar circuitos, preparar la comunicación y demás.

- ¿Qué le falta a Vitoria para convertirse en Ciudad del Deporte?

- Se habló mucho de ese objetivo hace veintitantos años y se intentó creando cantidad de equipamientos, apoyando mucho el deporte popular y fomentando la actividad física, pero los tiempos han evolucionado. Ahora mismo hay localidades como La Nucia (en la provincia de Alicante) que tiene unas instalaciones deportivas impresionantes. A Vitoria le falta una residencia para deportistas y centros de alto rendimiento (CAR) para deportes que se desarrollan aquí como el running, el ciclismo, la escalada o el trail. Se necesita potenciar el deporte escolar, cuidar a los clubes y, entre otros asuntos, contar con webs en las que claramente se muestre todo el calendario deportivo de Álava.

- Da la sensación de que hay mucha tarea pendiente.

- Bueno. Hay muchas cosas que ya se hacen. No hay que olvidar que Vitoria es una ciudad de 250.000 habitantes con equipos de primera división en fútbol, baloncesto, basket femenino, un ironman, un maratón, dos medias maratones... El deporte es un motor económico con empresas, entrenadores, tiendas o proveedores, que aún no se termina de visionar.

- El proyecto Innovaraba que el grupo Baskonia plantea para los alrededores del Buesa Arena incluye esa propuesta de residencia. ¿Qué le parece?

- Es un proyecto que puede servir para cerrar el círculo. Es una aportación importantísima y todas las iniciativas privadas ayudan a que se conozca Vitoria. Hay gente que sólo ve problemas y no beneficios, aunque eso sucede con cualquier empresa o iniciativa, pero en este caso las críticas se caen por su propio peso ya que van a crear puestos de trabajo, actividad económica, fomentan la actividad física y la salud.

- La segunda etapa del Tour de Francia de 2023 arrancará en Vitoria. ¿Cómo valora que el Ayuntamiento y la Diputación vaya a financiarlo con algo más de un millón de euros?

- Se ha hecho un trabajo enorme y será una oportunidad fantástica para en todo el mundo se vea nuestra ciudad y nuestro territorio. Yo creo que todo el mundo debe estar a favor. Es algo histórico para Euskadi y Álava, donde existe una enorme afición al ciclismo.

- ¿Cómo cree que se debería aprovechar o completar esa oportunidad?

- La guinda a la apuesta por pruebas ciclistas como el Tour, la Vuelta a España o la Itzulia podrían ser las World Series de BTT (mountain bike), que es una prueba referente a nivel internacional que organiza Ironman Group. Es una carrera por parejas de cuatro o cinco etapas y Alava cuenta con el territorio perfecto para organizar un evento que puede atraer también muchísimas personas durante prácticamente una semana.

- ¿Álava está dejando pasar oportunidades para organizar este tipo de eventos?

- Yo soy un embajador de Vitoria y Álava porque es un territorio fantástico para la práctica del deporte al aire libre sobre todo en los meses verano, cuando hay una temperatura relativamente agradable y en otros puntos de España hace muchísimo calor. Eso es una fortaleza que debemos explotar para atraer pruebas de triatlón, ciclismo, BTT (mountain bike), running, el trail running o incluso carreras de caballos, que en el pasado ya se celebraron aquí. Contamos con un entorno natural idóneo para todas estas actividades que se puedan desarrollar porque hay que tener en cuenta que muchos de los montes de la provincia son espacios de utilidad pública.