El Gobierno vasco desaconseja el servicio de tranvía nocturno para Vitoria por «no ser ventajoso»

Entre los motivos por los que la viabilidad del servicio nocturno de metro ligero se ha descartado prácticamente se encuentra el «mayor coste» que habría de realizarse en comparación con los autobuses y que «no se vería compensado por un incremento suficiente de la demanda, algo que resulta necesario para los sistemas de alta capacidad como es el tranvía». Ese aumento de potenciales usuarios se sitúa, de acuerdo con los mismos medios, entre el 3 y el 7%, en función del itinerario. Además, «el impacto que el ruido tendría en los residentes resulta más elevado en las opciones de implantación del tranvía».

El objetivo del departamento de Movilidad Sostenible, que dirige la socialista Susana García Chueca (antes Iñaki Arriola) era disponer de un «análisis multicriterio», después de que fuera solicitado por el pleno de la capital alavesa. De ahí que el contrato con la empresa adjudicataria obligase a que se plantearan distintas combinaciones para que las instituciones decidan cuál es la más idónea.

En este caso, se han analizado hasta cuatro alternativas de autobús/tranvía que, según afirma ETS, ya han sido remitidas al Gobierno local, pese a que fuentes municipales trasladan a este periódico que aún no tienen en sus manos el documento. En cualquier caso, lo más probable es que el contenido del mismo se debata tras el verano.

Así las cosas, la primera opción que se recoge en el estudio pasa por mantener la situación actual «con el fin de calibrar el modelo de transporte utilizado». La segunda propone implementar el tranvía entre Ibaiondo y Salburua y entre Abetxuko y Honduras, quedando coordinados entre sí. Por otro lado, «se suprimiría la línea G1 (Lakua-Abetxuko), se modificaría la G2 (Adurtza-Salburua) para asistir las paradas del recorrido anterior que no son cubiertas por el tranvía y se modificaría la G4 (Sansomendi-Lakua) recortando la parte que sería servida por el metro ligero».

La tercera posibilidad es que el servicio nocturno funcione entre Ibaiondo y Salburua, lo que conllevaría los mismos cambios de supresión y reordenación de rutas que en el supuesto anterior. La demanda aquí crecería «escasamente» en un 3,27%, mientras que en el caso previo lo haría en un 7,61%. La última variable expone que «no se implemente el tranvía, se dejen las líneas actuales y se modifique exclusivamente la línea G2 para dar servicio a la parte sur de la ciudad».

En la actualidad, el último convoy regresa a las cocheras de Ibaiondo poco antes de la medianoche, a las 23.56 horas. En fechas concretas y casi siempre por motivos festivos, el tranvía circula de madrugada para garantizar la vuelta a casa de los vitorianos en combinación con los autobuses de Tuvisa, que siempre funcionan los fines de semana (en el rango de 23.00 a 6.00 horas, por lo general) y en determinados acontecimientos como la semana de La Blanca.

Precisamente el informe destaca de forma positiva esa «flexibilidad» que ofrecen ahora los buses. Se valora, además, que estos cuenten con paradas a demanda, disponibles tanto en las subidas (esto se incorporó el pasado diciembre) como en las bajadas. Esta atención, un punto a favor para optar por el bus como sistema nocturno «más adecuado», no podría incorporarse al tranvía por ser «más rígido». «Las paradas a demanda implicarían que las unidades se detuvieran fuera de las plataformas destinadas a ello y los usuarios salvasen una altura de entre 35 y 50 centímetros», indica ETS en una nota informativa.

Los usuarios del 'Gautxori' fueron encuestados durante San Prudencio (28 de abril) en las paradas de Catedral y Jesús Guridi por ser los «lugares en los que se registra prácticamente la totalidad de subidas a las líneas de la opción nocturna que ofrece Tuvisa.» De ese trabajo de campo se extrajo que las franjas de edad que más utilizan este servicio son las de 20-25 y 35-45 años y el tramo horario más frecuentado es el que va de la medianoche a las 2.00 horas de la madrugada.