El euskera está en boca de todos
EL CORREO visita tres negocios de Vitoria que han creado 'arigunes' para fomentar el uso del idioma entre la plantilla y con sus clientes
El motor del euskera funcionará estos días a máximas revoluciones. Estará en boca de todos. No solo en la calle, con esas chapas que desde ... ayer muchos vitorianos portan con orgullo en el pecho presentándose al resto como 'ahobizi' (euskaldun) o 'belarriprest' (quien entiende el euskera). También se ha metido de lleno en el corazón de la actividad diaria al cruzar las puertas de negocios y empresas que en esta tercera edición del Euskaraldia han creado 'arigunes' para dar un impulso extra a la lengua vasca. Se trata de espacios que favorecen las conversaciones entre empleados y de cara al público con el cliente en este idioma. Y si uno mira el mapa de Álava, la imagen se llena de puntos. EL CORREO ha vivido una jornada con tres entidades que se han sumado con «ilusión y ganas» a la iniciativa.
'Euskaraz lasai aritzeko gunea' invita un cartel colocado en la puerta de la farmacia Puente. La obligatoriedad de portar la mascarilla no enmudece aquí las ganas de lanzarse a hablar en euskera. «Egun on. Zertan lagundu zaitzaket? (Buenos días. ¿En qué puedo ayudarle?)», pregunta Iñigo Puente al otro lado del mostrador. «Las primeras palabras son la clave. Los clientes que ya nos conocen saben que pueden hablarnos en euskera, pero de esta forma también se lo hacemos saber a los nuevos. Y lo agradecen», explica. La mejor medicina para cuidar el idioma. Y con buena respuesta. Nada de pensar que es cosa de jóvenes. «También se animan bastantes mayores», matiza Beronika López. Ella es 'ahobizi'.
Durante las próximas dos semanas compartirá chapa con María Gómez. «Empecé a aprender euskera hace veinte años. Al principio fue complicado, pero el esfuerzo es bonito. Con los amigos lo hablo». Susana González de Durana se ha lanzado como 'belarriprest'. «El diccionario de la farmacia es técnico, pero no es una traba. Es fácil entenderse», asegura Puente. Está claro que el nombre de algunos productos es prácticamente universal.
«Las primeras palabras son clave si el cliente es nuevo. Y también se anima mucha gente mayor»
Farmacia puente
Lo mismo ocurre en el sector industrial. «No pasa nada si no te sale una palabra -¿destornillador en euskera?, se preguntan-, lo importante es mantener un hábito. Y aquí la apuesta es clara por este idioma», afirma Eneko Urrutia, director de Uriarte Industrial. Las conversaciones de este periodista con cada una de las entidades son en todo momento en euskera para mantener la burbuja generada en estos 'arigunes'. Aunque, en el caso de esta fábrica de Gamarra, el mensaje cala desde el principio.
Todos los carteles informativos están en bilingüe. «Hace cuatro años comenzamos esa transformación de cara al público». Porque, de puertas para dentro, el euskera se escucha hasta en las reuniones. Simulamos en una de las salas un encuentro con cinco empleados de la empresa que toman parte en esta edición del Euskaraldia. Además de Eneko Uriarte participan Imanol Cosmes, Maider Uriarte y Gorka Uriarte. «Los encuentros con los socios de la firma son en euskera siempre».
Desde la cocina
La habilidad que demuestran corrobora que no tienen la lengua 'oxidada'. «Tenemos también clientes de Bizkaia y Gipuzkoa, y nos agradecen ese trato en euskera. En casa también procuramos hablarlo». Aunque aún tienen un 'debe'. «En las reuniones diarias de trabajo no podemos porque no todos saben, pero es el reto que nos hemos fijado». Un ejemplo de ese esfuerzo es Idoia Ortiz de Zárate, quien ha completado un curso para aprender euskera.
«Estos días el idioma se siente más presente, pero nuestro Euskaraldia es durante todo el año»
taberna parral
Tienen claro que usarlo es el mejor ingrediente para alimentar su presencia. Un menú que la taberna Parral elabora de forma casera. «En la edición anterior creamos dos 'arigunes' -cocina y el resto-, pero ahora lo hemos unificado para que su impacto sea mayor», comentan Ana Albarraun e Iñigo Ortiz, socios propietarios. Y así se respira en el ambiente. Por parte de ellos, que atienden a la gente en euskera. Pero también entre los comensales. En una de las mesas están varios profesores del colegio Ramón Bajo. «Entre nosotros siempre hablamos así», afirman. «Es verdad que estos días sientes el euskera más presente, pero nuestro Euskaraldia es todo el año. Los martes programamos actividades culturales en euskera», comentan los propietarios, quienes se despiden con un familiar «agur!».
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