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Los suicidios se disparan en Euskadi con 184 casos en 2022, un 20% más

Expertos advierten con preocupación de la abultada cifra de conductas autolíticas en jóvenes de entre 13 y 29 años

Viernes, 10 de marzo 2023

Los suicidios se han disparado en Euskadi y han encendido todas las alarmas. En el País Vasco 184 personas se quitaron la vida en 2022. ... Son 37 más que el año anterior, lo que supone un aumento de un 20%, según el balance oficial del Gobierno vasco. SOS Deiak intervino además en otras 3.206 llamadas que alertaban de ideaciones o tentativas. En la franja de edad de los 13 a los 29 años, los intentos son «50 veces superiores» a los del resto.

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Estas preocupantes cifras las ofreció ayer en Vitoria Pedro Martín-Barrajón, experto en suicidio y psicología de emergencias, que va a formar durante dos días a los psicólogos alaveses sobre cómo identificar riesgos, intervenir en una urgencia y atender a los familiares que han sobrevivido a una muerte de esa naturaleza. El experto señaló otro cambio en las estadísticas vascas: si hasta ahora por cada tres varones que morían así había solo una mujer, ahora los casos femeninos se elevan a un 30%.

Martín-Barrajón, que ha colaborado con el Gobierno vasco en la elaboración de la estrategia de prevención del suicidio, coincide con los psiquiatras en que es necesario huir de «alarmismos» a la hora de abordar la que es la primera causa de muerte externa en España. La prudencia, crear una amplia red de ayuda y vigilancia y acabar con estigma son claves para invertir la tendencia al alza de estas situaciones. Sin minimizar la gravedad del problema en los jóvenes, el psicólogo puso el foco en los mayores de 70 años que deciden poner fin a su vida. Mientras entre 2019 y 2021 en España se registraron 43 muertes de menores de 15 años, en el otro lado de la pirámide poblacional hubo «un millar» de mayores que sufrían tanto que no quisieron seguir viviendo. «Hemos pasado del silencio al ruido» a la hora de hablar del suicidio, se lamentó.

Durante 2022

Sos Deiak atendió 3.390 incidentes de conductas autolíticas en Euskadi. Hubo 2.774 tentativas e intentos

Las gemelas de Sallent (Barcelona) que se lanzaron por la ventana por 'bullying' -murió una de ellas-, el niño autista que trató de quitarse la vida en Tarragona y el exfutbolista Pelayo Novo arrollado por un tren tras arrojarse a las vías son solo la punta del iceberg de un drama que entierra a los familiares de las víctimas en el duelo más terrible y entre sombras de culpa. Ante casos que son muy mediáticos, considera un error que se den detalles del método empleado, se tienda a «romantizar» este hecho o se especule con las causas. «No son atribuibles a uno solo, hay múltiples factores» y circunstancias que los precipitan, indicó. Y estos detonantes pueden ser diferentes según la edad de la persona. «Hasta los 24 años, cuando aún no se ha desarrollado el córtex frontal del cerebro, una ruptura sentimental, el acoso, el 'bullying', un embarazo no deseado, formar parte de un entorno de suicidio -me refiero a los retos de 'momo' o 'ballena azul'-, no aceptar su sexualidad, cualquier cosa que sea un factor de exclusión pueden ser factores precipitadores». En adultos, añade, pueden concurrir razones de índole económica o sentimental.

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2021 fue el año con más suicidios en España desde que hay registros, en 1906: fueron 4.003 casos. Las víctimas triplicaron en número a las de los accidentes, lo que llevó a las instituciones a reaccionar y poner en marcha acciones para afrontar un problema de salud pública al que antes se hacía oídos sordos. «Hay que tener en cuenta que hasta hace nada se camuflaba, se silenciaba, se ocultaba la muerte de un ser querido por esta causa», lamenta Iñaki Zorrilla, psiquiatra y presidente de la Sociedad Vasco Navarra de Psiquiatría.

'Efecto rebote'

Fue, además, la segunda causa de muerte entre jóvenes de entre 15 y 30 años, tras el cáncer, agrega. Y el número de intentos es entre diez y veinte veces mayor que el de suicidios consumados: más de 2.000 el año pasado en Euskadi, según Sos Deiak. «Ahora se hacen visibles las consecuencias de la pandemia: hay más transtornos alimenticios y obsesivo-compulsivos y más intentos de suicidio en Urgencias», explica Ana González Pinto, presidenta de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, que también alega que conviene analizar los datos a más largo plazo porque se vive el 'efecto rebote' de la crisis por el covid.

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El Gobierno vasco ha estrechado la vigilancia sobre las personas en riesgo. Osakidetza estrenó precisamente el año pasado un nuevo protocolo después de que en 2019 se aprobase la estrategia contra el suicidio, que quedó desplazada por la emergencia sanitaria. Desde el 26 de abril, las personas que han protagonizado una tentativa derivadas por psquiatría o que ingresan en Urgencias son indentificadas con un código y reciben una mayor atención. Hasta septiembre detectaron 300 casos de riesgo.

Seguimientos en colegios

El Departamento de Educación también puso en marcha en septiembre un protocolo específico para detectar el riesgo de suicidio en las aulas. Más de 190 menores están ahora en seguimiento, según el psicólogo clínico y especializado en infancia Juanan Tejero, un dato que ha declinado confirmar la consejería.

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En los adolescentes se han incrementado las autolesiones, aunque el suicidio es residual en esta franja de edad. El 'bullying' suele servir de detonante, pero siempre hay detrás problemas familiares o de otra índole, explica Tejero, que pide que no se desvíe el foco porque la inmensa mayoría de las víctimas son hombres de mediana o de tercera edad. «Es un fenómeno poliédrico. Es un error relacionar los suicidios con la salud mental. La persona no encuentra la solución a sus problemas sociales, laborales o relacionales. No es una cosa de locos», relata. Entre las víctimas puede haber predisposición por haber vivido episodios como maltrato infantil o de género y precipitantes, acontecimientos vitales adversos que las abocan al dolor más profundo.

También en Bizkaia se produjeron muertes en las que el desahucio de la vivienda habitual fue el detonante. Zorrilla advierte, por otro lado, que donde más se incrementa el fenómeno es en las capitales y en las grandes ciudades. El entorno rural ejerce como «un elemento protector». Eso sí, a partir de los 70 u 80 años también se producen tentativas y suicidios consumados porque las víctimas creen que nada bueno les espera: llega la viudez, «creen que su vida ya no vale o no quieren ser una carga», agrega Tejero.

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En su contexto

  • 4.003 suicidios hubo en España en 2021. Aun así, los expertos creen que los intentos llegaron a los 80.000

  • 184 personas se suicidaron en Euskadi en 2022. El año anterior fueron 148. Y en 2020, también llegaron a las 184

  • Teléfonos de interés 024 (Atención a la conducta suicida) 717003717 (Teléfono de La Esperanza) 900 20 30 50 (Consejo Sanitario de Osakidetza)

El Gobierno vasco da a los bomberos el mando en intervenciones en crisis suicidas que requieran de tareas de salvamento, así que se movilizan cada vez con mayor frecuencia por estos avisos. Alguno de los ocho parques forales lo hace a diario y en ocasiones, como la del pasado 18 de febrero, para atajar más de un intento. Los bomberos del Consistorio de Bilbao atienden este tipo de emergencias «cada dos días»: en los primeros diez meses de 2022 habían contabilizado 129 salidas. Cerca del 15% se solucionan 'in itinere', cuando se están desplazando a la zona.

En la mayoría de casos, logran salvarles tras acercarse y hablar con ellos. También hay episodios en los que la víctima ya se ha precipitado o intoxicado y acuden a rescatar el cuerpo o a facilitar la entrada de los sanitarios a la vivienda. El Ayuntamiento de Bilbao también ha adquirido más materiales. Un vehículo especial porta colchones de salvamento que pueden amortiguar caídas desde 15, 25 y 30 metros.

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