Europa da 45 millones para residencias y la regeneración de Vitoria, que aspira a otros 72

Euskadi es receptora de 1.167 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (la otra designación oficial) que, por poner en antecedentes, nació de un acuerdo histórico, inédito en la Unión Europea, que comenzó a trenzarse en Bruselas el 21 de julio de 2020. Lo hizo tras los primeros latigazos de la pandemia y en una cumbre de líderes maratoniana (duró cinco días con sus noches) que, por primera vez en la historia, comprometió un endeudamiento colectivo para superar la mayor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial.

Ese es un detalle para la historia. Los hechos, el presente, requieren dinero contante y sonante. Y está llegando, aunque todo apunta a que el empujón definitivo se producirá en 2023. Los objetivos que han de conseguirse: la transición digital, la transición energética ecológica y la cohesión social.

A partir de aquí, la pregunta. ¿Cómo está siendo ese despliegue de fondos en nuestro territorio? Los números apuntan a un ritmo moderadamente aceptable, al menos en lo que se refiere a la línea de activos con destino a las administraciones públicas (las del sector privado merece capítulo a parte). Y las asignaciones son muy evidentes: servicios sociales (en el caso de la institución foral) y regeneración urbana y medioambiental (en el caso de Vitoria).

La Diputación contabiliza a fecha de hoy treinta programas con los que ha concurrido a las distintas convocatorias de ayudas. En su mayoría de forma directa, aunque también a través de entidades vinculadas a ella (Arabat, Enargi, o el Ayuntamiento de Salinas de Añana, por citar algunas). En total ha solicitado financiación por valor de 35,4 millones de euros. Y en su registro contable figuran ya 25,7 millones del Next. El 72,5% del total ya está garantizado. «Es un buen porcentaje, pero seguimos esperando a ver qué es lo que va saliendo», sostienen desde la institución foral.

Dos líneas de acción fundamentales destacan por montante. Se identifican como Etxean Bai y Asistencia Integral a residencias. Capitalizan más de 12 millones de euros (6 y 6,7 respectivamente). Y Bruselas los cubre en su totalidad. ¿En que se concretará ese dinero? En llevar a cabo una veintena de proyectos para aplicar nuevas tecnologías a los cuidados, reestructurar los actuales equipamientos y construir nuevos recursos. A las cifras citadas se sumarían otros cinco millones de otras convocatorias.

El horizonte final es la mejora de la red foral asistencial que incluye desde la reforma integral de la residencia de Samaniego hasta la puesta en marcha de un sistema de asistencia y cuidado a domicilio que retrase lo máximo posible la entrada de las personas mayores en una residencia.

Otro monto a considerar son los 3 millones de euros confirmados para el Centro de Menores de Álava. El objetivo: «Mejorar la atención (de este colectivo) en situación de desprotección y a las víctimas de problemas en el seno del entorno familiar», explican desde el palacio de la plaza de la Provincia.

La tercera gran inversión que la Diputación nutrirá con fondos europeos es la destinada a la promoción turística del Valle Salado de Añana. Prevé un desembolso de 3,9 millones de euros. Pero hasta la fecha -se insiste, hablamos de fondos 'vivos'-, Europa se rasca el bolsillo cubriendo solo el 51% del total solicitado (dos millones).

En el caso del Ayuntamiento de Vitoria, nos movemos en un porcentaje de cobertura inferior al obtenido por la Diputación. 32,6 millones de euros se han requerido y 20,6 se han inyectado en esa especie de 'puente' administrativo que conecta Bruselas-Madrid-Lakua. El paraguas europeo cubre el 63,1% de las inversiones previstas. Y de ellas las intervenciones para crear zonas de bajas emisiones, la mejora del comercio o la sostenibilidad turística cargan a plomo en el paquete. Solo la primera de las citadas requiere 15,3 millones. Y 11,4 se han conseguido vía transferencia europea.

«Llevamos recibidos más de 20 millones de euros de fondos europeos para seguir abordando los retos, no solo de Vitoria-Gasteiz, sino de todo el continente europeo y el planeta. O nos montamos en ese tren, o como nos conformemos con lo que tenemos nos vamos a quedar atrás», sostiene el alcalde, Gorka Urtaran. El regidor insiste en que «no estamos aquí para conformarnos con lo que tenemos ni para que la ciudad vaya para atrás».

Así que el Ayuntamiento no echa el freno. A fecha 28 de septiembre (el pasado miércoles) confirma documentalmente su pretensión de conseguir más subvenciones de los multimillonarios fondos de la UE con planes cuya cuantía incluso superan lo que hoy tiene encima de la mesa. Ampliaciones de las convocatorias en curso, pero también otros más a detalle como la rehabilitación de centros cívicos o la prolongación de la red ciclable a los polígonos industriales de Vitoria.

Proyectos de largo recorrido que cumplirían con los requisitos que exige Bruselas. Y cuyas inversiones alcanzan un total de 72,3 millones de euros. Y de ellos, casi 30 para el proyecto de ecobarrios (la renovación urbana, social y ambiental de las áreas con más de 60 años) aplicado a Zaramaga. Importante el matiz, están pendientes de resolución. Así que a la espera. Pero sin perder tiempo en el proceso de tramitación. «Consideramos la gestión de los fondos europeos una prioridad en estos momentos. Tenemos que trabajar a un ritmo rápido», remacha Urtaran.

Un 'tour de force' al que nunca antes se habían enfrentado las administraciones y que, en el detalle, exige por ejemplo a cada técnico que interviene firmar un documento de no conflicto de interés. Tal es el rigor y la minuciosidad exigida por la Comisión Europea (el Ejecutivo de Bruselas) para liberar el dinero.

Todos tienen que rendir cuentas para que las cuentas cuadren. En «las tripas» han surgido problemas competenciales y «cierto caos», como reconocen fuentes del Departamento de Hacienda del Gobierno vasco. Conferencias sectoriales, intersectoriales, comisiones técnicas... mecanismos de control totalmente nuevos y muy exhaustivos. Y sí, «improvisación». Las comunidades autónomas reprochan a Madrid que la colaboración no haya sido más intensa. «Pero hay que apechugar entre todos porque tiene que salir bien», admiten en Lakua. Hay demasiado en juego.

1.167millones de los fondos Next se han asignado hasta la fecha a Euskadi. 778 los gestiona directamente Lakua y 389, el Gobierno central. España recibiría 140.000 millones; 72.000 a fondo perdido y el resto, préstamos a bajo interés.

1.300empresas vascas, 215 ayuntamientos y entidades públicas y 275 fundaciones se han beneficiado de esos recursos hasta la fecha, según la Delegación del Gobierno en el País vasco.