La Ertzaintza ha contabilizado en noviembre dieciséis robos en viviendas unifamiliares de Álava

Los cacos están haciendo en noviembre su particular agosto en diferentes barrios de Vitoria y en algunas localidades del territorio histórico. En lo que llevamos de mes, la Ertzaintza ha contabilizado en Álava un total de dieciséis robos en viviendas unifamiliares. Éstos se han producido sobre todo en los distritos de Armentia y Lakua-Ibaiondo, en la capital alavesa, así como en Etxabarri-Ibiña (Zigoitia), Amezaga (Zuia) y Ribabellosa.

La Policía vasca, que pide que se aumenten las medidas de seguridad en los chalés, ha detectado la actividad delictiva de varios grupos de personas en Euskadi que serían, según las investigaciones, quienes cometen estos asaltos. Tanto la Ertzaintza como la Policía Local de Vitoria están trabajando en dispositivos conjuntos de vigilancia para tratar de detener a los autores de los robos. También comparten información con otros territorios y cuerpos policiales, «dada la movilidad de estos grupos de delincuentes», según ha informado el Departamento vasco de Seguridad.

Según la tipología de los hechos denunciados e investigados, el 'modus operandi' es el siguiente: los autores de los delitos acceden a los chalés a través de la primera planta, ya que, por lo general, las alarmas instaladas incluyen la planta baja -puertas y ventanas-; pero no así las plantas superiores. En este sentido, el perfil de los ladrones se correspondería, según la Ertzaintza, con el de unos «hombres jóvenes, posiblemente de ascendencia caucásica o de la Europa del Este, con una buena condición física para escalar y subir hasta esos primeros pisos», se recalca desde el Departamento vasco de Seguridad. En este sentido, apuntan que se han registrado casos que los ladrones han accedido al primer piso, mientras los moradores se encontraban en la parte inferior de la casa, ajenos a lo que estaba ocurriendo en el interior de su vivienda.

El horario habitual en el que se cometen estos delitos oscila entre las seis de la tarde, esto es, al anochecer, y las 23.00 horas. Al parecer, los autores se desplazan en vehículos hasta las urbanizaciones con un firme objetivo: sustraer, sobre todo, joyas, relojes y dinero.

Ante esta oleada de robos en chalés y viviendas bajas, la Ertzaintza solicita la colaboración de los ciudadanos residentes en urbanizaciones. Se pide a los vecinos que, ante la presencia de vehículos o personas sospechosas en esos centros residenciales, avisen al 112. Además, la Policía subraya que sería importante, en la medida de lo posible, que los residentes «anoten la matrícula, marca y modelo de los vehículos sospechosos» y lo comuniquen cuando llamen al teléfono de emergencias.

Una vez recibida la comunicación, la Ertzaintza enviará la patrulla más próxima al lugar del avistamiento al objeto de indagar sobre la presencia de esos vehículos o personas en esos lugares. De igual modo, desde el Departamento vasco de Seguridad se recalca que «es muy importante que los ciudadanos no duden en llamar, ya que es mejor comprobar una falsa alarma, que no verificar más tarde la comisión de un robo en un chalé».