'Errementari' se corona ante el público de Vitoria

'Errementari' volvió a proyectarse el pasado jueves en pantalla grande, dentro de la Semana del Cine Vasco que organiza la Fundación Vital, y ayer sumó un nuevo galardón. La obra del vitoriano Paul Urkijo fue designada como 'mejor largometraje' en una gala final presentada por Joseba Fiestras, Susana Soleto y Edurne Baz, en la que también tuvieron su reconocimiento el cortometraje 'Mi querido balón' de Gaizka Urresti, que se llevó el galardón que otorga el público, y el director Iñaki Dorronsoro, merecedor del 'Uno de los nuestros'.

Tras ganar el premio a mejor película en la Semana de Terror de San Sebastián y en el Filmquest de Utah, Urkijo se declaró encantado con el reconocimiento obtenido en Vitoria. «No podemos estar más felices, hemos proyectado la película en Álava un año después de su estreno y encima hemos recibido este premio», reconocía el director, que destacó el «alto nivel» de las producciones que competían en el certamen.

«Tener un espacio donde defender nuestro cine en la ciudad es de agradecer, soy asiduo a este festival como espectador y como participante», señaló en referencia a los cortometrajes que ya había presentado en el ciclo en otras ocasiones. Tras una odisea de casi ocho años para hacer posible 'Errementari', Urkijo ya trabaja en sus próximos dos largos, entre ellos 'Irati'. «Habrá monstruos, aventuras, un contexto histórico y elementos fantásticos», dice.

El jurado que se decantó por la obra de Urkijo debió decidir entre títulos como 'Carmen y Lola', donde Arantxa Echevarría desafía el tabú de la homosexualidad en el mundo gitano, o 'Cuando dejes de quererme', de Igor Legarreta (1973, Bilbao). Bucea en la historia de Laura, quien regresa al País Vasco desde Buenos Aires tras descubrir que su padre había sido asesinado. El baile también tuvo su lugar en la Semana del Cine Vasco con 'Dantza', un homenaje al folklore vasco elaborado por Telmo Esnal. En 'Oreina', Koldo Almandoz relata la vida de Khalil, un joven desarraigado que vive en la periferia de la ciudad.

Grandes nombres y jóvenes promesas se han dado la mano en el programa del la trigésimo quinta edición del certamen, en el que los espectadores han disfrutado de las producciones recientes en el aula Fundación Vital del centro comercial Dendaraba. Ha habido proyecciones y coloquios en una cita en la que los cortometrajes han tratado todo tipo de temáticas. 'Visibles' reflexiona sobre los estereotipos que la sociedad ha creado sobre las personas LGTBI. Dirigido por Enrique Rey con guión de Ainhoa Urgoitia y Aitor López de Aberasturi, pone el foco sobre los homosexuales que ya no son tan jóvenes.

El cierre de un gaztetxe dinamita el mundo de Ane en el corto del mismo nombre dirigido por David Pérez Sañudo. Y en 'Moda' de Imanol Ortiz un empleado revoluciona su oficina comenzando a ir a trabajar desnudo al edificio de la Azucarera de Vitoria. También ha habido piezas en euskera como 'Zain' de Pello Gutiérrez o 'Ama', de Josu Martínez.

Finalmente el público decidió otorgar su galardón a 'Mi querido balón', en el que Gaizka Urresti muestra cómo Chema, el hijo del notario, impone las reglas de un partido de fútbol en el 20 de noviembre de 1975, el día de la muerte de Franco.

Por su parte, el premio 'Uno de los nuestros', que cada año recae en un relevante profesional del cine alavés, fue a parar al director Iñaki Dorronsoro, autor de 'La distancia' y 'Plan de fuga'. La organización del festival calificó esta edición como un éxito de participación con cerca de 1.500 espectadores. Los abonos para asistir a todas las sesiones se agotaron en 48 horas.

David González Rudiez se adentra en la vida de un jugador de baloncesto recién retirado que, tras haber competido hasta los 35 años, no sabe qué hacer con su vida en 'La noche nos lleva'. Ayer fue el encargado de clausurar los coloquios antes de que diera comienzo la entrega de premios y se hiciera público que 'Errementari', la adaptación fantástica de Paul Urkijo, se alzaba con el galardón al mejor largometraje.