Cuatro ermitas por descubrir en Álava

La iniciativa arrancará este mes de mayo con cuatro templos, que se mostrarán durante las mañanas de los cuatro sábados del mes. Bajo el programa bautizado como Zabalate, que juega con las palabras eusquéricas 'zabal' y 'ate', con el sentido de puertas abiertas, se mostrarán al público «dos potentes santuarios», como son el de Eskolunbe y el de Beolarra, y muy cerca de ellos, las iglesias de Tortura y San Juan de Markinez.

«Aunque es una actividad parecida a Ermitaraba, la diferencia reside en la periodicidad, ya que pretendemos que cada mes de mayo se vuelvan a abrir estos mismos santuarios», explica Ortiz de Zárate. Además, «nuestra intención es ir ampliando la oferta de santuarios de año en año, a medida que vaya creciendo nuestra bolsa de voluntarios», añade.

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Sólo el entorno en el que se ubica ya merece una visita. La posibilidad de ver in situ el valioso retablo y las pintura murales de esta joya desconocida hace muy recomendable aprovechar uno de los próximos cuatro sábados para acercarse hasta este santuario al que se llega desde Katadiano. En este pueblo arranca una pista que transcurre cerca del arroyo que se puede recorrer en coche. Tras casi dos kilómetros se puede estacionar junto a las campas. Este templo abrirá de 10.00 a 14.00 horas y contará con visitas guiadas dirigidas por una persona distinta cada sábado.

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Cerca de Eskolunbe, a 2,3 kilómetros por una pista (una hora de paseo de ida y vuelta), se encuentra el pueblo de Tortura, que también abrirá su iglesia en el mismo horario durante todos los sábados de mayo. En este templo, el pasado año, Ermitaraba y varios voluntarios instalaron una réplica del retablo de siete tablas góticas, ya que el original se trasladó hace décadas al Museo de Arte Sacro de Vitoria.

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La ermita de Nuestra Señora de Beolarra se encuentra cerca del pueblo alavés de Markinez y toma su encanto de la conjunción de un pequeño edificio románico y un precioso pórtico cerrado del siglo XIX, que le sirve de vestíbulo. Para llegar a este punto hay una carretera antes del frontón de este pueblo. Unos 80 metros antes del cartel de Markinez se toma dicha vía que pasa por la puerta del cementerio y continúa después por una pista de tierra en buen estado. A 1,5 kilómetros del pueblo se visualiza el túmulo y, sobre él, la ermita que tiene unas excelentes vistas.

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La ahora ermita de San Juan de Markinez fue en el Medievo la iglesia parroquial de Marquina de Suso que perdió su población en el siglo XIII. Sin parroquianos la iglesia vio decrecer sus ingresos y apenas ha sido restaurada a lo largo de la historia por lo que ofrece una foto fija del románico en estado puro. Esta joya se ubica en la salida de Markinez en dirección a Arlucea y, como el resto, se mostrará durante los sábados de mayo este año y en años venideros.