El Ensanche de Vitoria estrenará 70 pisos de nuevo cuño en Dato, Florida y José Erbina

La promoción más inminente es la de Dato 11, el edificio que ocuparon en su día las ventanillas de la Hacienda municipal y que estaba en desuso desde 2015, cuando el Ayuntamiento trasladó todas sus oficinas técnicas a San Martín. Ubicado en plena «milla de oro» vitoriana, el Grupo Arrasate lo compró en 2022 con el objetivo de construir una treintena de pisos de lujo para lo inició en octubre de 2023 unos trabajos de renovación integral.

La aparición de amianto en algunos aislamientos que ha obligado hasta en cuatro ocasiones a llamar a equipos especiales para su retirada y la dificultad para vender algunas de las viviendas han ralentizado la obra. De ahí que la promotora inmobiliaria haya optado por dividir dos de las cuatro viviendas que cuentan con esas privilegiadas vistas a la principal pasarela social de la capital alavesa. Eran casas que originariamente rondaban los 600.000 euros. Los impulsores confían en alcanzar ahora velocidad de crucero a fin de que el lujoso edificio esté rematado en mayo de este año y se entreguen las llaves semanas después.

Para entonces estará aprobado definitivamente el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Vitoria que desbloquea otros dos solares varados en dos interesantes rincones del Ensanche. Así, la parcela que da acceso a José Erbina desde la plaza de la Estación dejará de ser de uso terciario para comunicaciones y transporte, es decir, para oficinas de Adif.

La iniciativa público-privada podrá levantar allí, en el polígono 60 de la capital alavesa, un bloque de edificios de cuatro alturas más ático con capacidad para 17 viviendas, bajo comercial y dos sótanos para garajes. Al menos así se recoge en la ficha de ámbito que acompaña al documento inicial del Plan General. El concejal de Urbanismo, el socialista Borja Rodríguez, ha citado esta nueva promoción en los últimos días durante su exposición de la lista de viviendas previstas en solares de la ciudad consolidada.

Otro espacio vacío al que se pretende dar salida es el de Florida 53, donde una promotora lleva años queriendo levantar veinte viviendas. Es un hueco desde 2009, cuando se derribó el convento de María Inmaculada para levantar un bloque con 26 apartamentos tutelados para mayores, dos sótanos para 20 plazas de garaje y trasteros, una operación que la crisis echó por tierra. Desde entonces, los constructores intentaban que el solar se calificara para vivienda colectiva, lo que ya aparece reflejado en las nuevas fichas de ámbito.

Si se lograra despejar el futuro de otros dos bloques de edificios del barrio en mal estado, su renovación urbanística sería más redonda. Se trata de Florida 28, más conocido por 'el de las misas', que el Ayuntamiento insiste en vender pese a una rocambolesca situación judicial, y el de Dato 20, rodeado de andamios desde hace tres años sin que los dueños lo puedan reformar por la negativa de una inquilina a abandonar el inmueble.