La diputada de Cultura tacha de «piratas» a quienes acuden con detectores a Iruña Veleia

Los responsables de esta joya romana, que se encuentra a las puertas de Vitoria, han denunciado estos hechos ante la Ertzaintza y su sección de Medio Ambiente. Posteriormente, se ha informado al cuerpo foral de Miñones sobre la presencia de este tipo de personas para que aumente su presencia en la zona y al vigilante de seguridad de las instalaciones para que realice inspecciones «mucho más periódicamente».

«Vamos a reforzar la concienciación sobre el expolio y el hallazgo casual de materiales arqueológicos, sobre todo entre los vecinos de las localidades cercanas de Víllodas y Trespuentes. Porque, seguramente con buena intención, alguno ha tapado los agujeros y eso ha entorpecido la investigación sobre el alcance de los daños», ha ahondado Del Val.

Javier Fernández Bordegarai, jefe de Museos y Arqueologías de la Diputación, ha reconocido que el problema de las personas que asaltan yacimientos con detectores de metales no son nuevos, pero que se ha popularizado con el «abaratamiento» de este tipo de herramientas. «Hace cuarenta años eran muy costosos y ahora pueden incluso comprarse en la sección de juguetería de algún centro comercial», ha lamentado.

Y, ¿por qué se detectan sobre todo en Iruña Veleia? «Porque es un lugar de 'caza mayor' y es donde más control tenemos, pero seguramente existan 'agujeritos' de este tipo en muchos otros puntos de la provincia. En Álava hay miles de yacimientos y zonas arqueológicas conocidas, por lo que seguramente habrá otras tantas pendientes de descubrirse», ha apuntado Bordegarai.

Pero esto no supone darle carta blanca a los detectoristas. «Hay que recordar que los bienes arqueológicos son de dominio público y el que haga un agujero para llevarse un objeto está cometiendo un delito porque está destrozando el contexto en el que se encuentra. Están sustrayendo a la sociedad y así lo fija el propio Código Penal que contempla hasta penas de prisión», ha explicado.

Los responsables forales han informado sobre una sentencia del Juzgado de Amurrio sobre una persona que el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) sorprendió utilizando un detector en la zona de Espejo (Valdegovía). «Se hizo un importante expediente por parte de los agentes y del Museo de Arqueología valorando el valor de cada una de las piezas y el juez ha dictado una sentencia ejemplarizante, que supone la destrucción de los detectores, el pago de las costas del juicio y una multa de 5.000-6.000 euros que le harán pensárselo en dos ocasiones antes de repetir esta acción», ha desarrollado.