La Diputación de Álava quiere lograr un local para que el IFBS haga todas sus valoraciones
Busca un inmueble de 500 metros en el centro de Vitoria para reunir a los 30 profesionales que examinan la dependencia y la discapacidad
Un local céntrico, con buena comunicación con el transporte público, accesible para sillas de ruedas y de 500 metros cuadrados. Según ha podido saber EL ... CORREO, la Diputación de Álava busca en Vitoria un inmueble con estas características para reunir a todos los equipos que se encargan de hacer valoraciones de la discapacidad y la dependencia. El objetivo es que los usuarios tengan claro a dónde tienen que acudir, pues estos servicios ahora mismo se reparten entre la sede central del Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) de la calle San Prudencio y el local que hubo que habilitar hace un año en Domingo Beltrán para ubicar a uno de los equipos de refuerzo que tratan de frenar la creciente lista de espera en el caso de la discapacidad, que no consigue bajar de los siete meses y medio.
También se pretende trasladar a las nuevas instalaciones el servicio de atención temprana, que examina a niños de cero a seis años con problemas de desarrollo o riesgo de padecerlos. Ahí se incluyen bebés prematuros, pequeños con síndrome de Down, parálisis cerebral, discapacidad, indicios de autismo o problemas de comunicación y, según los últimos datos, se ha disparado un 88% tras la pandemia.
Uno de los objetivos es facilitar el acceso a la ciudadanía, pues el edificio situado frente al Teatro Principal ya cuenta con un importante trasiego al ser donde acuden todos los demandantes de los servicios sociales que presta la Administración foral. El IFBS llegó en 2017 a este inmueble, que antes había sido la sede del Departamento municipal de Urbanismo y Medio Ambiente.
En el local que alquile la Diputación trabajarán treinta personas. En el caso de la dependencia habrá diez profesionales (enfermeras, fisios, terapeutas ocupacionales y personal administrativo) que suelen determinar el grado de los demandantes de una valoración y, aunque esos exámenes suelen desarrollarse en los hogares o las residencias para comprobar cómo se desenvuelven en su entorno, necesitan un rincón de trabajo fijo. En el caso de la discapacidad, por su parte, hay cuatro equipos formados por sanitario, psicólogo, trabajador social y administrativo, es decir, un total de 16 personas. A ellos hay que sumarles un técnico especialista para que les asesore sobre cómo llegar a Lanbide, el empleo ordinario o Indesa. Y, por último, tres profesionales del servicio de atención temprana (médico, trabajador social y psicólogo).
«Agrupado y bien ordenado»
Las futuras oficinas deberán contar con recepción, sala de espera, una decena de despachos y otros espacios más polivalentes para celebrar reuniones. «El objetivo de la Diputación son unos servicios sociales cada vez más accesibles y que presten atención en las condiciones más adecuadas. El Servicio de Valoración es nuestra puerta de entrada, por lo que queremos proporcionar a la ciudadanía unas buenas instalaciones, y un servicio agrupado y bien ordenado», explica a este periódico el diputado de Políticas Sociales, Gorka Urtaran, del PNV.
La administración también quiere prepararse ante un previsible aumento de los casos de discapacidad. En los cuatro últimos años, los casos aprobados por la Diputación han crecido un 5,4% y la entrada de solicitudes para que se les someta a una valoración se ha disparado un 81%. Y es que poco a poco se está generando una especie de tormenta perfecta en la que confluyen un notable aumento de los trastornos adaptativos, entre los que destaca el autismo, el envejecimiento global de la población y el adiós a ese tabú que existía en el pasado de reconocer las limitaciones que uno arrastra.
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