Descubren más de un kilo de hachís oculto en el techo de un narcobar de Adurza
El establecimiento había causado recelo entre los vecinos: «Hace poco entré a pedirme un zurito y el camarero me dijo que no tenía cerveza»
El perro de la unidad canina fijaba la mirada en el techo del establecimiento. Totalmente ajeno al trajín de ertzainas a su alrededor. Detrás del lavavajillas, los agentes habían localizado varios gramos de hachís, en una nevera otros 17 de 'speed', aparte de unos 400 euros en billetes pequeños. En el interior del bar, considerado un activo narcobar de Adurza, alguien se percató de la actitud del animal. Y un agente propuso revisar una lámpara que parecía como movida. Tras ella se escondía un auténtico premio gordo. Eran las nueve de la noche del jueves.
De ese agujero, los agentes sacaron paquetes de diferente tamaño y perfectamente plastificados. Casi un kilogramo y medio de hachís, chivaría después una báscula. Y billetes. Y más billetes. De 20 y de 50. Más de 5.000 euros en total. También había una báscula de precisión, conocida como tana.
Caía uno de los narcobares con más movimiento de la ciudad, convertido en una auténtica obsesión para los integrantes del turno 3 de la Ertzaintza en Vitoria. Ésta era su tercera entrada en los últimos meses. Las anteriores se habían saldado con sendos nulos.
El responsable del bar, un súbdito marroquí de 46 años, fue detenido de inmediato. «Estos negocios los regentan personas de origen magrebí, pero los clientes son autóctonos», insisten fuentes policiales. En la tarde de este viernes, bajo la tutela del juzgado de guardia, Instrucción número 1 de Vitoria, ha habido un registro del piso donde reside este hostelero de pega. No se ha encontrado droga.
Libre con cargos
El bar había causado recelo en parte de la población de Adurza. «Hace poco entré a pedirme un zurito y el camarero me dijo que no tenía cerveza», cuenta un vecino. «No iban ni los cañeros», destapan medios cercanos a la investigación. El goteo de clientes que entraba y salía a los pocos minutos era una constante. En especial por las tardes.
Tras el registro, la Policía autonómica ha presentado al sospechoso al Juzgado de Instrucción número 1. Allí le han tomado declaración y la jueza titular ha decidido su futuro inmediato; ha salido en libertad con cargos a la espera de la celebración del juicio.
El valor estimado en el mercado negro de la droga incautada hubiera alcanzado los 9.000 euros, según ha reconocido el departamento de Seguridad.