Descubren una cabeza del dios Cupido y cerámicas en las excavaciones de Arkaia
Los arqueólogos han hallado el busto de un erote que por el detalle del cincelado pertenece a una importante escuela artística
La ciudad romana de Suestatium, que se alzó en el actual pueblo de Arkaia, sigue emergiendo. A poco que se rasca sobre la superficie de ... fincas agrícolas aparecen detalles acerca de la magnífica historia de esta zona de Vitoria. La urbe que surgió a orillas de la Iter 34 (aquella 'autopista' que unía Astorga con Burdeos) tenía una enorme riqueza artística. De ello dejó constancia la escultura de Baco -que lleva más de dos años analizándose en el Instituto de Patrimonio Cultural de España tras pasar cuatro décadas en la casa del exdirigente del PNV Jon Buesa- y luego el Sócrates que se expone en el Bibat. Ahora, según ha podido saber EL CORREO, se ha descubierto la efigie de quien podría ser el dios Eros o Cupido, con sus característicos mofletes e infinitos rizos.
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Cuando lo desenterraron el pasado verano 'a priori' parecía un simple canto rodado, pero a medida que Miguel Loza y Javier Niso, de la empresa Iterbide, retiraban la tierra se descubrió su característico rostro infantil. La delicadeza y la calidad con la que se cinceló este erote demuestra la opulencia de quienes habitaban en esta zona. «Los expertos en esta materia concreta nos indican que con el detalle con el que se cinceló el pelo se demuestra que se trata de una muy buena escuela», explican. Ahora se encuentra en el centro de restauración de la Diputación, donde se están retirando los rastros de barro y se ha mandado analizar si la escultura contaba con algún tipo de pigmentación que podría dotarla de más valor aún.
Esta cabeza apareció en el antiguo sistema de canalización de la ciudad, en donde seguramente acabó por resultar inservible, y es que lo que maravilla en la actualidad es la basura que se arrojó a finales del siglo II. «Es muy difícil que encuentres algo en su sitio y en perfecto estado», destaca Loza. Pero si se localizan los restos de una, eso significa que había más. En grandes urbes romanas como Mérida o Tarragona es habitual encontrarse este tipo de esculturas, completas o en fragmentos, pero en Arkaia es un hito que viene a confirmar su fantástico pasado.
Todo llegó tirando del hilo de las canalizaciones que suministraban al depósito hidráulico de época romana junto al complejo termal que se descubrió en 2023, esa estructura de 20 metros de largo, 7 de ancho y dos metros de profundidad que se compara con una especie de 'piscina'. Se destaparon cerca de mil metros cuadrados sobre estas cloacas en forma de 's' y se encontraron cerámicas, vidrio, cuchillos, un gran compás de hierro para labores de ingeniería, conchas de ostras, restos de posibles huevos de palomas y monedas de la época del emperador Antonino Pío. Todo esto sirve para conocer cómo y quiénes vivían allí o profundizar en ello.
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Porque Arkaia es mucho más que las termas. De momento, sólo se ha explorado una pequeña parte de las veinte hectáreas que podría tener la ciudad romana, así que muchos de los elementos que se extraen es en base al estudio de lo que se sabe sobre aquella época o por mera suerte. El problema es que las calles y los caminos de la época romana están a ras del actual terreno y son los que durante los siglos posteriores se han trabajado -y desgastado- por las cuchillas del arado.
No hace falta rascar mucho la tierra para descubrir la Iter o los antiguos caminos hacia Askarza y Otazu. Ahora todo se ha vuelto a tapar. «No todo lo que encontremos los arqueólogos se debe conservar, consolidar y poner en valor. No siempre se puede. Nuestra misión tiene que ser hacer historia para entender el pasado. No se trata sólo de desenterrar, sino sobre todo de difundir». El objetivo a partir de ahora es colocar paneles explicativos y códigos 'QR' para que el visitante pueda conocer este entorno a través de un itinerario arqueológico por la antigua ciudad romana de Suestatium.
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Este último año hay que valorar con qué se continúa. En principio se podría explorar una 'mansio', aunque se encuentra en una parcela de propiedad privada en la que los arqueólogos no tienen permiso para explorar ahora mismo.
Mármoles
En la cerámica se han encontrado gran cantidad de grafitos que podrían determinar quién era el propietario de cada una de las piezas. Para eso se está haciendo un trabajo con el reconocido filólogo Joaquín Gorrotxategi para saber si tienen un origen latino, griego o caristio (los nativos de la zona de Álava y Bizkaia). El taller de Iterbide parece un puzzle de piezas de cerámica para recomponer vasijas, vidrio y otros materiales. Allí analizan lucernas para iluminar de noche, fichas para jugar a las 'damas romanas' (realmente denominado Calculi), un fragmento de mármol de la base de una columna que llegó desde Tarragona o aspectos que pueden explicar asuntos de su vida cotidiana.
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«Al explorar en zonas excavadas en el pasado, como puede ser un canal, es cuando más materiales podemos encontrar. Se conserva tal cual la basura que ellos echaban y es lo que nos permite saber cómo vivían», añade Loza. A medida que avanza la investigación, se observa que los romanos decidieron canalizar el pequeño río estacional que atravesaba la aldea caristia previa. «Esta siempre ha sido una zona con problemas de inundación por las crecidas del río Santo Tomás cada vez que llueve mucho en la zona de los Montes de Vitoria. Las conducciones eran imprescindibles y podemos entender que en algún momento revientan, necesitan rápidamente materia prima para tratar de conservarlas y recurren a un edificio noble abandonado», explica.
Una de esas piezas 'recicladas' es el magnífico capitel corintio que -como adelantó este periódico- se descubrió el pasado verano a los pocos días de empezar con estos trabajos que cuentan con el respaldo económico del Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Vitoria y la Junta Administrativa de Arkaia para un proyecto de tres años de los que ahora empieza el último. También se procedió a profundizar en los restos de una gran edificación, de la que tan sólo se han descubierto los muros que en buena medida fueron expoliados y saqueados por las civilizaciones que relevaron a los romanos, como puede ser el caso del capitel. Una pieza de enorme importancia, pues estaba trabajada por los cuatro costados a diferencia de la pilastra que hace años se recuperó en el yacimiento de Iruña Veleia.
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Charla en Dendaraba sobre la vida urbana en el sureste de Vitoria
El arqueólogo Miguel Loza impartirá el jueves a las 19.30 una conferencia en el auditorio que la Fundación Vital tiene en la primera planta de Dendaraba. Su título es 'La vida urbana en la cívitas de Arkaia-Suestatium' y versará sobre la vida urbana en el sureste de Vitoria y la majestuosidad de esta ciudad romana situada al borde de la Iter 34, aquella 'autopista' que unía Asturica Augusta (Astorga) con Burdigala (Burdeos).
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