«'Cuatro chavales' tiene temas para reír o llorar, pero en un concierto la gente se divierte»

De aquellas largas sesiones de estudio en medio de la pandemia surgió este trabajo, el segundo del grupo, del que el batería se muestra orgulloso. «Grabamos el disco durante el confinamiento y tuvimos muchas horas para pulirlo. Casi no había más remedio que encerrarnos en el estudio, no había nada que hacer. Pero nos vino muy bien para sacar el sonido que queríamos -con destacada presencia de las guitarras-. Porque nos apetecía hacer un trabajo pulido. Luego en un concierto puede que quede difuminado, pero a nivel personal se nota». Y esa fluidez viene muy bien en una sala en la que el público ha pagado una entrada «específicamente para verte a ti. Es muy distinto a un festival, donde puedes tener al público a un kilómetro y la gente ha podido ir simplemente a divertirse. Aquí hay un 'feedback', oyes a la gente, casi la tocas. Es muy diferente». Por eso insiste en el acierto de haberse 'currado' bien un sonido en los ensayos. «No puedes defraudar, los tienes muy cerca».

Sonido «potente»

¿Y cómo suena Carolina Durante en un 'bolo'? «Es un sonido muy potente». Algunas críticas señalan que es una banda difícil de encasillar porque aportan resonancias pop y momentos punk en algunos temas muy directos. «No sé si hay que hacer una distinción de estilos; lo que queremos es que suene bien. Que sea buena música. Disfrutamos en los conciertos casi tanto como la gente que viene a vernos, pero nos lo tomamos muy en serio».

El cuarteto ha iniciado la temporada de giras y tiene ocupados los fines de semana hasta mediados de febrero. «Menos dos semanas en noviembre que vamos a Latinoamérica, me parece que está todo cogido». No resulta extraño, por tanto, que la agenda genere una auténtica satisfacción en Pedrayes y en sus otros tres compañeros. «¿Vértigo? ¿Por ver todos los fines de semana ocupados? ¡Qué va! Es lo que queremos. Es nuestro trabajo y nos gusta. Además, no estamos todos los días en la carretera. Los fines de semana tocamos pero el resto descansamos».

Entre semana el grupo suele reunirse par aprobar nuevas canciones, ensayar... «pero es otro ritmo». Quizá el batería tiene aún muy presentes la cantidad de festivales en los que han intervenido este verano. «Han sido demasiados, incluso. Había muchas ganas de programar después de dos años en blanco. Se notaba muchísimo. Pero ahora estamos en los conciertos en salas y yo lo prefiero».