Corazón, alma y naturaleza para vestir los hogares

Este gigante proyecto echó a andar hace más de 80 años. Ahora el testigo lo tiene la tercera generación, que continúa reflejando a la perfección ese amor y pasión para que los hogares sean los más confortables y orgánicos posibles. Mikel Castaño es uno de los miembros de esta generación, y con más de 20 años al frente, no deja de sorprenderse de lo mucho que ha cambiado el mundo del comercio. «Echo la mirada atrás y me viene la palabra cambio, no tiene nada que ver cómo funciona el comercio ahora a cómo lo hacía hace 20 años, tanto por parte del consumidor como de los agentes que estamos jugando», admite.

En ese sentido e igual que sucede con los hogares, que cambian y se adaptan con el paso de los años, esta empresa destaca por su innovación. Es más, «el concepto de Cotton Artean comenzó en 2015. Antes teníamos varias tiendas, pero queríamos un cambio y dimos este nuevo paso porque teníamos mucha inquietud por trabajar con ciertos tejidos sostenibles y medioambientalmente respetuosos», destaca Mikel. «Enseguida nos lanzamos con una colección de cama orgánica, y ahora trabajamos con materiales de bambú, algodón reciclado y orgánico», añade.

Además, Cotton Artean trabaja en las experiencias y apuesta por que la gente piense en su hogar con una sonrisa, por eso «intentamos dar todos los servicios y necesidades que necesite un hogar. Si vienes aquí te puedes llevar desde un mantel, a fundas nórdicas, velas, menaje, jarrones y un largo etcétera», detalla Mikel.

Pero esa dedicación por los nuevos materiales tiene que ir acompañada del «detalle a la hora de trabajar con los clientes». Por eso la comunicación es otro de sus puntos fuertes y por ello practican un modelo omnicanal en el que «vendemos tanto online como offline a través de nuestra web, redes sociales y whatsapp, que usamos para hablar con nuestros clientes», explica Mikel. «El feedback es tan importante como la calidad», apunta Mikel.

Y de Vitoria al mundo porque Cotton Artean ha ampliado horizontes y ya vende sus productos en los mercados europeos. Es por ello que de cara al futuro, la familia tiene claro cuál es la línea a seguir: «queremos continuar con los materiales orgánicos; estamos investigando el algodón reciclado, haciendo pruebas y testeando», confirma Mikel. «Nuestro secreto no es otro que la ilusión, el trato con el cliente, el género local y el estar aquí», reconoce Mikel de un concepto que ya destaca por su sostenibilidad, innovación y omnicanalidad.