Un contribuyente entrega 85 obras de Goya, Diaz de Olano y Aurelio Arteta a la Hacienda alavesa para cubrir su deuda

Pero, ¿quién es ese deudor? El Gobierno foral guarda con enorme celo su anonimato amparándose en el derecho de «confidencialidad» tributaria de esta persona. Sólo se sabe que la Fundación Juan Celaya -que guarda el legado del difunto dueño de la empresa Cegasa- cedió hace seis años y de forma temporal la mitad de esta colección a la propia Diputación y, por eso, la mayoría de estas obras ya han estado colgadas en las paredes del Bellas Artes. Pero resulta que en los años 2022 y 2023, un particular -y no una empresa o una asociación- ha entregado la titularidad a la Hacienda Foral para quedar en paz, ya que la valoración de estas 85 piezas encaja a la perfección con la deuda que arrastraba, que ha quedado sufragada. En cualquier caso, la Fundación Celaya aclaró ayer a 'eldiario.es' que ellos no arrastran «ninguna» deuda con el Fisco de Álava.

No es novedad que se pague en especie a la Diputación para cubrir agujeros. «En casos excepcionales, la Administración, previos los informes que estime oportuno, podrá admitir el pago de la deuda tributaria, en periodo voluntario o ejecutivo, mediante la entrega de cualquier bien o derecho», fija el segundo punto del artículo 59 de la norma general tributaria de Álava. Muchos lo han hecho en el pasado con joyas, vehículos, pisos o fincas que forman parte del patrimonio de la administración, pero lo que llama la atención es que, en este caso concreto, se haga para el pago del Impuesto de Patrimonio y encima por una cantidad tan elevada.

«Parece una operación 'ad hoc' para condonar una deuda significativa a un gran capital», acusó ayer el grupo juntero de EH Bildu, que criticó el «oscurantismo» que envuelve a este asunto y pedirá explicaciones al departamento de Hacienda de la Diputación. Los portavoces del ejecutivo prefirieron no realizar ningún tipo de aclaración o valoración a este respecto.

Otra de las cuestiones a tener en cuenta es que cuando la primera mitad de la colección se cedió para su exposición en el Bellas Artes, se valoró en 2.343.600 euros. Ahora, otro profesional distinto ha considerado que el conjunto de las 85 piezas asciende a 4.322.000.

No son obras menores. Según documentación sobre los movimientos de inventario a la que ha tenido acceso EL CORREO, se trata de las colecciones de grabados de 'Los desastres de la guerra', 'Tauromaquia', 'Caprichos' y 'Los proverbios' (también conocida como 'Los disparates') de Goya que están valoradas en 1,5 millones. En el caso de Arteta es el denominado tríptico de la Guerra civil -'El frente', 'El éxodo' y 'La retaguardia'- cuyo valor se calcula que ronda 1,2 millones y que, en su día, el historiador del arte Santiago Arcediano lo describió como «el otro 'Guernica'».

Entre el resto de autores también aparecen nombres como Andrés Apellániz, los hermanos Arrúe, Eduardo Zamacois, Valentín y Ramón de Zubiaurre, Fernando de Amárica, José Jiménez Aranda, Máximo Juderías Caballero, Flores Kaperotxipi, Joseph Bell, Mateo Cerezo, Paul A. Couton, Julio Galarta, Pieter van Bloemen, Henry Mosny, Enrique Serra, varios anónimos y otra pintura que se atribuye a Francisco de Zurbarán. Piezas de un importante interés artístico que ahora pasan a formar parte de los fondos del Bellas Artes.

La pieza más valiosa son la carpeta de aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril sobre papel 'Tauromaquia' de Francisco de Goya, que asciende a 550.000 euros. En el lado contrario se encuentran las obras 'Viejo Patrón', 'El Lagar' o 'Las Hilanderas' que están valoradas en un céntimo.