El conflicto de los jardineros condiciona eventos y amenaza la temporada de piscinas en Vitoria
Seguirán en huelga al menos dos semanas tras volver a fracasar la mediación mientras el Azkena se monta entre malezas
Hoy se cumplen 79 días desde que los jardineros de Vitoria iniciaran una huelga sin precedentes para reclamar mejoras laborales y un aumento salarial. Las ... consecuencias son visibles en prácticamente todos los espacios verdes de la ciudad, con césped sin cortar y malas hierbas inundando los parques. A menos que el Gobierno vasco decrete servicios mínimos, la estampa asilvestrada se mantendrá dos semanas más ya que el conflicto entre la empresa (Enviser) y la plantilla no tiene visos de solucionarse y no se volverán a reunir hasta finales de mes.
Mientras tanto la vegetación no deja de crecer y ha obligado a trasladar a El Prado, el parking de Mendizorroza y la ikastola Armentia el Araba Euskaraz que este domingo se iba a celebrar en Olárizu. Otro evento que se verá afectado es el Azkena, cuyo montaje ya ha comenzado en Mendizabala. Algunos puestos y carpas se están levantando entre la maleza. También se ha convertido en una molestia para los usuarios de las piscinas de Mendizorroza y Gamarra y preocupa cada vez más a los propietarios de perros.
Algunos dueños han alertado de la presencia de víboras en zonas como Abetxuko. Sin olvidar que el crecimiento descontrolado de las hierbas podría incrementar las alergias ya que las gramíneas van a soltar ese polen que hasta ahora ha mantenido a raya la lluvia. Además las altas temperaturas unido a la humedad propician el aumento de mosquitos.
En este contexto están empezando a surgir llamativas iniciativas ciudadanas. En una escuela infantil de la ciudad ha sido el padre de uno de los alumnos el que, harto de la situación, ha llevado su propia máquina para cortar el césped en el que los más pequeños no estaban pudiendo jugar. Algo similar ha ocurrido en el barrio de Sansomendi, donde un vecino se encargó hace unos días de adecentar varios parterres.
En su contexto
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79 días se cumplen hoy desde que se iniciara la huelga de jardineros que se nota en las zonas verdes de toda la ciudad.
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3.000 euros de subida anual es lo que piden los sindicatos. Más 300 de plus de peligrosidad.
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42 euros más al mes fue la última propuesta de la empresa.
En el terreno de la negociación, ayer se produjo la segunda reunión entre representantes de los trabajadores y la empresa en el Consejo de Relaciones Laborales del Gobierno vasco (Preco), el órgano de mediación que busca arreglar un conflicto que ha alcanzado repercusión nacional. Sin éxito. «No ha habido prácticamente ningún avance, por lo que seguiremos con la huelga. Estamos fuertes para seguir adelante y aguantaremos el tiempo que haga falta», trasladaron desde el sindicato ESK a EL CORREO. Junto a LAB y ELA forma parte del comité de empresa.
La primera cita para mediar se produjo la semana pasada y tras el fracaso de ayer ya han concertado un próximo encuentro para el 25 de junio. Dentro de dos semanas. La última oferta de la empresa fue una subida de 42 euros al mes, algo que los sindicatos consideran totalmente insuficiente. Los trabajadores piden un incremento de 3.000 euros anuales y además un plus de peligrosidad de 300 euros. Actualmente los auxiliares de jardinero cobran 17.854 euros brutos anuales y los jardineros 16.608. «La empresa tiene dinero de sobra para hacer frente a estos incrementos salariales», defendían trabajadores concentrados en la plaza de España. Más allá del dinero, los jardineros destacaban otra de sus reclamaciones: el plus de peligrosidad. «Trabajamos con máquinas muy pesadas y circulamos por la carretera y las medianas con el peligro que eso conlleva, por lo que nos pagan una miseria», exponían.
Servicios mínimos
Los sindicatos reclaman insistentemente al Ayuntamiento, que en este caso «es la patronal», que tome cartas en el asunto. Han pedido que representantes municipales estén presentes en la próxima reunión del Preco, aunque desde el departamento de Espacio Público y Barrios anuncian que no asistirán. «El Ayuntamiento no forma parte de la relación laboral entre la empresa y su plantilla, y no le corresponde intervenir en una negociación colectiva que corresponde exclusivamente a ambas partes. El Preco es un servicio concebido precisamente para que los agentes sociales, trabajadores y empresa, puedan resolver sus diferencias de manera autónoma», sostienen desde el área liderada por Beatriz Artolazabal (PNV).
El Ayuntamiento no acudirá a la mediación porque «no forma parte de la relación laboral»
Tanto el Consistorio como Enviser solicitaron la semana pasada al Gobierno vasco que decrete servicios mínimos para que los jardines no sean «focos de insalubridad o inseguridad», pero Lakua todavía no se ha pronunciado en este sentido. Desde los sindicatos consideran que los servicios mínimos solicitados «son exagerados». «Piden absolutamente todo y con toda la plantilla», denuncian. Tienen hasta el viernes de esta semana para presentar sus alegaciones y así lo harán. El Gobierno vasco explica que «una vez recibidas las alegaciones se decidirá garantizando el derecho fundamental a la huelga y equilibrándolo con otros derechos fundamentales que se puedan ver afectados».
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