El Clarete reabrirá sus puertas como Klarete en la calle Cercas Bajas. Jesús Andrade.

El Clarete reabre este sábado como Klarete

Los responsables del Bode toman las riendas del histórico restaurante de la calle Cercas Bajas con una propuesta centrada en los productos de temporada

Miércoles, 16 de julio 2025, 11:45

Un año y medio después de su inesperado cierre El Clarete volverá a abrir sus puertas este sábado. Lo hará como Klarete, un proyecto gastronómico ... liderado por Asier Moreira y Koldobika Galán, al frente del Bode, y al que se suma Koldo Romano. Este trío de jóvenes cocineros (sus edades oscilan entre los 29 y los 31 años) toma las riendas del histórico restaurante de la calle Cercas Bajas para convertirlo en «un espacio creativo con productos de temporada».

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Trabajarán de martes a viernes a mediodía con un 'mini' menú degustación de cinco platos. Además, de martes a domingo también se suma la opción de otros dos menús cerrados pero algo más amplios, uno de 7 pases y otro de 9. Las cenas se reservarán exclusivamente para las noches de los viernes y los sábados, cuando los comensales podrán elegir entre dos menús degustación.

En el interior ultiman los últimos detalles. Jesús Andrade.

«Todavía estamos haciendo las últimas pruebas de los platos», traslada el cocinero Asier Moreira en declaraciones a EL CORREO. En el local ultiman además el mobiliario y la decoración para que este sábado esté todo a punto para las primeras comandas. La aspiración de estos tres emprendedores es crear un espacio «de creatividad, innovación, pero también tradición». El logo del nuevo Klarete es un guiño a esa mezcla, en el que no falta la Almendra medieval de Vitoria y el nuevo nombre.

En paralelo a esta apertura, el Bode seguirá en funcionamiento en su ubicación del Casco Viejo, pero ahora centrado en desayunos, pintxos y una pequeña carta de picoteo. El Clarete cerró en febrero de 2024 después de más de tres décadas de éxitos cosechados por los hermanos Patxi y Unai Fernández de Retana. El empresario vitoriano Óscar Abajo (propietario del Asador Orio, La Sidre o el Ikea) adquirió la lonja con la intención de convertirla en una suerte de laboratorio de I+D 'gastro' al servicio de sus establecimientos. Sin embargo, el proyecto no fructificó.

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