Carreras ilegales en Álava
Cientos de jóvenes trasladan a Lantarón las carreras ilegales tras una quedada en ZigoitiaLa concentración sucede dos semanas después de un encuentro en el polígono vitoriano de Gamarra y piques también en Lantarón y el área industrial de Bayas, en Miranda
J. M. Navarro
Domingo, 26 de octubre 2025, 09:52
Como el gato y el ratón. Así han pasado los aficionados a las carreras ilegales y los cuerpos policiales buena parte de la noche de ... este domingo. Las 'kdd' -forma de referirse, en el argot, a las quedadas para presenciar piques- han vuelto a las carreteras de Euskadi una vez más. Sin embargo, esta madrugada los fanáticos de las cuatro ruedas sí han contado con la oposición de las fuerzas de seguridad que no han encontrado en ocasiones previas. Y no sólo de la Ertzaintza. En esta ocasión, tal y como pudo comprobar 'in situ' EL CORREO, la Policía Nacional y las guardias urbanas de Vitoria y Miranda también pusieron de su parte para evitar los sucesos de semanas previas.
Un público mayoritariamente joven, integrado por centenares de personas, había sido citado a partir de las 22.00 horas en el centro comercial Gorbeia, en Etxabarri-Ibiña. En la noche previa, unos pocos ya habían viajado desde Vitoria hasta el polígono industrial de Larrabetzu, en Bizkaia, para dar los primeros golpes de gas. Pero la quedada importante era la de esta pasada noche. Sin embargo, a las diez menos cinco, la Policía autonómica desplegó un control que pilló por sorpresa a los organizadores que habían convocado la quedada a través de las redes sociales. «Ha sido un visto y no visto», confesaba un joven mientras miraba de fondo a las dos patrullas que habían instalado los controles preventivos. La orden en la Ertzaintza era clara: filtrar a todos los vehículos. En total, «una veintena de conductores y coches fueron identificados» allí. No se registró ninguna detención, informa el Departamento vasco de Seguridad.
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Eso no impidió que los jóvenes asentados en el parking de la gran superficie comercial alavesa hiciesen rugir los motores de sus deportivos -algunos auténticos modelos de lujo- o sacar a paseo incluso alguna minimoto mientras consumían comida rápida, para deleite del público presente. Tres patrullas -las dos que vigilaban la salida y otra más que controlaba la entrada- observaban desde la distancia los sucesos, aunque sin entrar a parar las maniobras dentro.
Para las 23.00 horas empezó el movimiento. Primero, de vuelta a Vitoria. Algunos regreson a Gamarra, punto de encuentro hace un par de semanas, y se encontraron de frente con vehículos de la Policía Local que hicieron una pasada para tratar de calmar los ánimos. Pero después, el tráfico de coches se desvió hacia Miranda. Un movimiento que no pasaba desapercibido a la salida de la capital alavesa y que hizo a la Ertzaintza desplegar otro control en la rotonda que separa al polígono de Arasur, en Álava, del area industrial de Bayas, punto fronterizo entre Euskadi y Castilla y León. Al otro lado, una primera patrulla de la Policía Nacional servía de advertencia: esta vez los cuerpos al otro lado del río Ebro también estaban al tanto de las carreras ilegales.
Alternativas a Júndiz
Así que en la calle Ircio, ya en Miranda de Ebro, la fiesta duró esta vez muy poco. Apenas unos minutos bastaron para que una patrulla de la Policía Local y un furgón de la Policía Nacional hiciesen pasar al 'plan B': emprender el rumbo hacia el polígono de Lantarón. Es un punto en el que las carreras se vienen repitiendo desde hace un tiempo. Y es que Júndiz dejó de ser una opción. En concreto, después de que la pareja de los jovencísimos Cristian e Izaro, vitorianos, falleciese en la madrugada del 13 de enero de 2024. Su coche chocó contra un turismo, inmerso en un pique con otro deportivo, en una recta del polígono industrial de Júndiz. Los conductores de los tres vehículos están procesados.
En Lantarón fue donde más tiempo hubo para hacer derrapes, levantar humo y quemar rueda. Allí no había presencia policial -pese a que el alcalde de la localidad, Koldo Salbidea había pedido más recursos hace tan solo dos semanas- y durante unos tres cuartos de hora sí que hubo margen para dar acelerones, demostrar la potencia de unos cuantos turismos e incluso competir en la pequeña recta del polígono. Sin embargo, al poco tiempo, aparecieron dos patrullas de la Ertzaintza y, una vez más, tocó disolver la quedada. A la salida del complejo industrial, una patrulla de la Policía Local de Miranda impedía el acceso al municipio burgalés para evitar que se pudiese volver a Bayas.
El 'plan C' fue el municipio alavés de Legutio, pero en su polígono industrial -Gojain- tampoco hubo margen para mucha carrera. Para el cambio de hora de esta noche, cuando a las 3.00 el reloj volvió a marcar las 2.00, el grueso de la quedada había quedado disuelta.
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