«Con esta piel de papel de fumar, todas las canciones se pueden criminalizar»

– 'Mutantes pal pueblo' es una gira muy especial.

– Sí, por varias razones. Nuestro 30 aniversario como grupo lo celebramos con el disco 'Gilipollas no tiene traducción', que publicamos el 14 de febrero de 2020. Lo presentábamos justo un mes después...

– Bingo (con el confinamiento).

– Fue un bingo total: francotiradores del desastre, ja, ja. Después de lo que ha pasado cualquier persona que se dedicara al espectáculo, que ha sido el último sector en rehabilitarse, la incertidumbre ha sido enorme, no sabes qué hacer con tu vida. El año pasado recuperamos fechas e hicimos una gira que nos sorprendió lo bien que fue.

– ¿Para celebrarlo?

– Somos un grupo muy veterano. Estoy asustado, yo cumplí 59 años la semana pasada. Cada año te encuentras con un nuevo aniversario, el de dos fenómenos culturales punk como son la película loquísima 'Acción mutante' de Álex de la Iglesia y, como consecuencia, un disco que jamás pensamos que íbamos a sacar entonces, 'Armas pal pueblo'.

– ¿Fue el gran salto de la banda?

– Bueno, en realidad fue un espaldarazo para continuar, pero el salto vino con 'Alzheimer' (1995). Salvo por el eco de la película, pasó bastante desapercibido.

– Pero hubo cambios importantes.

– Sí, confluyeron tres personas ahí. Por un lado Julián Hernández (Siniestro Total) que es el principal creador de Def Con Dos en los primeros asaltos. Álex de la Iglesia, en una decisión totalmente irracional, quiso que un grupo amateur que ni siquiera toca o existe como tal hiciera aquella música. Y en el 91 conocí a Jesús Arispont (J. Al Andalus), un bajista loco y excepcional que viene de Los Mercenarios, Pata Negra o Dulce Venganza, donde ya están mezclando hip hop y rock.

– Vaya tres...

– Sí, el disco se construye desde la creatividad loca de Julián Hernández, la de Arispont y Álex de la Iglesia. J. Al Andalus dice 'vamos a hacer una banda' y con gente como el ya fallecido y emblemático Juanjo Pizarro o José Bruno, el mejor batería de España. Nos vimos sustentados por una banda profesional y con un sonidazo. Nunca pensé más allá de aquel 'Tercer asalto'. Yo era punki-rapero y tenía claro el 'no future'. Pero al final lo hubo.

– ¿Cómo ha evolucionado el álbum en el directo de 2023?

– La idea de hacerlo en el orden original me daba bastante miedo. De hecho, como nos parecía muy loco, hay canciones que jamás habíamos tocado en directo, como 'Toponoto blues' o 'Errores médicos'. Las hicimos por primera vez el 4 de febrero en Santiago de Compostela. Para nuestra sorpresa, funciona muy bien en directo.

– ¿Habrá más canciones?

– Sí, es un disco corto, de unos 45 minutos. Hacemos un pequeño interludio y pasamos a tocar éxitos y temas de 'Gilipollas no tiene traducción', que Tuvo una respuesta muy buena, pero nos quedamos a medias con la pandemia.

– En este océano de personas ofendidas, hoy serían impensables temas como 'Tuno bueno el tuno muerto'...

– Creo que tanto la película como el disco son dos productos culturales impensables ahora. Hoy le caerían hostias por todos los lados a Álex de la Iglesia y le llevarían a la cárcel. y el disco, lo mismo dentro del marco de restricción de libertades y derechos fundamentales en el que estamos. Yo me he tirado cinco años perseguido por VOX, el PP y Ciudadanos, en los que nos han suspendido conciertos y de todo. Es un momento bastante lamentable en cuanto a libertad de expresión. Pero no sólo por el lado ultraconservador y fascista de toda la vida. También hay más sectores del arco parlamentario que intentan restringirla de un modo para mí irresponsable: la libertad de expresión sería la sangre que fluye por las arterias de una democracia sana. Cuando se confunden palabras y hechos, realidad con ficción y traspasamos lo moral a penal, nos estamos volviendo muy locos. Y vamos hasta contra la Declaración de Derechos Humanos de la ONU.

– ¿Hoy es más seguro jugar con objetos punzantes o cortantes que tuitear o hacer letras?

– No sé. Probablemente 'Jugar...' podría ser hasta interpretado como una invitación a que la gente se autolesione, ja, ja, ja. Dentro de esta piel de papel de fumar, todas las canciones se pueden criminalizar. Hoy la película y el disco podrían ir a la hoguera.

– Han dado en el clavo con cuestiones muy diversas. Como hace diez años con 'Hipotécate tú'. Y mire el euríbor ahora.

– Sí, hay un efecto 'NostraDefMus', como dijo alguien en twitter. Y con el 8M tenemos 'Agrupación de mujeres violentas' o 'Ellas denunciaron', canciones que no pierden vigencia, lamentablemente. 'Ciudadano terrorista' habla de la criminalización, cómo te pueden tachar de terrorista por ser de la cultura del punk o por ser raro. Y son coincidencias que hacen que las canciones hablen del mundo de hoy, aunque trataran de ficción en el año 93, por ejemplo.

– Han publicado títulos como 'Ultramemia' o, más tarde, 'España es idiota'. ¿Somos un filón inagotable de temas?

– España tiene un punto que ya descubrió la Generación del 98. Es frustrante que en un país de individualidades brillantísimas como De la Cierva o Peral, pero luego hay una costra asociada siempre a la monarquía y el ultraconservadurismo que le han impedido actualizarse. Mire si no cómo se trató a la Ilustración en su día.