Fiestas de La Blanca'23
Celedón recupera a sus primeros acompañantes para despedir a Gorka Ortiz de Urbina4 de agosto en Vitoria ·
Para su última aparición, la reencarnación humana del aldeano de Zalduondo rescata a los 25 blusas pioneros que le acompañaron en 2007. También es un gesto para que Comisión y Federación se arreglenNo hubo bajada de Celedón igual a la de 2007. Porque aquella asfixiante tarde se cumplió medio siglo de la locura ideada por nueve ilustres ... vitorianos. Porque dos aldeanos de Zalduondo saltaron al ruedo al alimón. Y porque, por primera vez en la historia de este acto único de hermanamiento colectivo, una corte de 25 blusillas les abrió camino. Gorka Ortiz de Urbina (Vitoria, 1971) tiene memorizado cada palmo de aquella ascensión a San Miguel completada junto a su predecesor, Iñaki Landa.
Y el próximo 4 de agosto, en su despedida como encarnación humana del personaje más querido de la ciudad, Gorka Celedón ha convocado a esa veintena larga de valientes. Hasta entonces, la labor de protección correspondía a policías locales voluntarios. Pero estos se retiraron en 2006 cansados de las agresiones recibidas. En la Bajada anterior a aquella renuncia, cinco de los nueve agentes acompañantes terminaron en Urgencias. Dos alcanzados por gases lacrimógenos y otro, tras ser golpeado con un palo . Con el despliegue de los blusas en 2007 retornó la calma a la apertura oficial de La Blanca. 16 años después, y con más o menos dificultades, se mantiene.
Según ha sabido este periódico, a pesar de las canas, las arrugas y algún kilito de más, la práctica totalidad de aquellos primeros blusas ha aceptado afrontar este 'remember'. Esa llamada a su corte original desborda simbolismo por todos los poros.
Varios de esos adelantados pertenecen, o pertenecían, a cuadrillas de la Federación de Blusas y Neskas, la escisión de la mayoritaria Comisión hace ya siete largos años. Desde aquel divorcio, los integrantes de esa plataforma rebelde tienen vetado escoltar a Celedón cada 4 de agosto. Viven fiestas paralelas. Cada bando hace su paseíllo, por ejemplo.
En cambio, en esta convocatoria formarán alineación miembros de Los Bainas, Okerrak, Jatorrak, Txirrita, Bereziak, Hegotarrak o Martinikos. Dicho de otro modo, habrá afines de la Comisión y Federación. Sin distinciones. Toda una llamada a la reconciliación. Difícil a corto plazo, eso sí.
«Es un honor»
«Es un honor que nos haya convocado. Supone un homenaje a los blusas que en 2007 dimos un paso adelante para que Celedón saliera a la Virgen Blanca con la certeza de que podría cruzarla», agradece uno de estos elegidos. «Y el obviar si ahora estamos en la Comisión o en la Federación tiene mucho de gesto para intentar una reunificación a corto o medio plazo», estima.
Aquel 4 de agosto de 2007 resultó diferente ya que, por una vez y sin que sirva de precedente, avanzaron juntos dos celedones. El actual y su maestro. Gorka e Iñaki, quienes antes de acudir a su cita a las seis de la tarde visitaron en el hospital de Leza al primer Celedón, José Luis Isasi, que ya se encontraba muy malito.
De vuelta a la Virgen Blanca, el veterano se puso en cabeza de principio a fin durante esos interminables 115 metros de ligera pendiente. Por cierto, antes de salir a la plaza hicieron saltar la alarma antincendios del edificio de la Caja Vital (ahora Kutxabank) tras prender sus puros habanos.
Al pisar la escalinata de San Miguel, varios blusas acompañantes atendieron a EL CORREO. «Esto hay que repetirlo», fue la frase más escuchada en aquellas intervenciones con la emoción a flor de piel. Uno, llamado Iñaki, rogó al plumilla que obviara su apellido. ¿La razón? «Mis padres están de vacaciones y compran el periódico», soltó con una inusual sinceridad que desvelaba el secretismo con que desarrolló su participación. La charanga Biotzatarrak también se lió el instrumento a la cabeza y completó el recorrido dándole a la tecla.
Más los 50 de los últimos años
Aparte de esos 25 pioneros, el próximo 4 de agosto se desplegará el contingente de blusas habituales de las últimas bajadas, todos integrados en la Comisión. El operativo para esta despedida de Ortiz de Urbina rondará los ochenta ángeles de la guarda.
Se repartirán por varios puntos de la plaza de la Virgen Blanca. El grueso despegará desde la escalinata de Postas por donde desciende el Celedón humano. Otro pelotón aguardará a mitad de recorrido, a la altura del monumento de La Batalla de Vitoria.
La tarde que los políticos cedieron el Chupinazo al pueblo
El 4 de agosto de 2007 se abrió el honor de prender el cohete festivo a personas ajenas a la política vitoriana. Varios de los creadores de Celedón, que ese día apagaba cincuenta velas, fueron invitados a arrancar una nueva tradición, con el Alavés como último elegido. Hasta entonces, el alcalde se encargaba de tamaño honor. José Ángel Cuerda completó un ciclo ininterrumpido de dos décadas (de 1979 a 1998). Alfonso Alonso incluyó la primera novedad al rotar cada año entre las diferentes formaciones municipales. Y Lazcoz habilitó la fórmula actual tras ceder su turno a los ideólogos de la Bajada. El siguiente agosto, Maroto hizo lo propio con Las Cuatro Torres.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión