Casco Viejo y Ensanche quedarán cerrados al tráfico antes del 15 de septiembre de 2026

A partir de esa misma fecha, pero de 2026, serán las personas que no estén domiciliadas en las calles vedadas las que verán limitado el acceso a las mismas, independientemente de la etiqueta medioambiental que les corresponda. Dos primeros pasos de magnitud que se verán completados en la misma fecha de 2027, cuando se ampliarán las carreteras restringidas. Y el proceso concluirá en 2030, con una revisión más exigente de las etiquetas medioambientales.

En la ordenanza que regula la ZBE, publicada en el boletín de Álava (BOTHA) esta misma semana, se expresa que la creación de un «área de prioridad residencial» se llevará a cabo «en el plazo máximo de un año» desde la entrada en vigor de esta normativa, aplicable desde el 15 de septiembre. Así, el equipo de Gobierno municipal (PSE-PNV) cumplirá con la exigencia de EH Bildu para aprobar esta legislación, de la que en el último momento desapareció sin aviso previo por parte del Ejecutivo el blindaje del centro que estaba previsto.

Esas restricciones de acceso al tráfico ya estaban redactadas y la previsión era que entrasen en vigor este mismo año, pero la obligación de adelantar la puesta en marcha de la ZBE provocó que gran parte de ese texto quedase en papel mojado porque choca con la normativa ambiental.

Además, esas restricciones fueron las que provocaron la mayor cantidad de quejas por parte de vecinos, empresarios, hosteleros, gremios y comerciantes.Por ello, como adelantó recientemente EL CORREO, desde el departamento de Espacio Público se va a proceder de manera inminente a la revisión y actualización de la misma contando con la colaboración de todos los sectores afectados.

El planteamiento del Ayuntamiento es trabajar a lo largo de este año en una nueva normativa que sea más sencilla de aplicar y menos dañina para los negocios. «Permitirá solo la entrada de residentes y vehículos autorizados, pero hay que hilar muy fino para no perjudicar la actividad comercial. Vamos a trabajar durante un año con ellos porque buscamos equilibrio: que todas las partes se sientan reconocidas partiendo del objetivo de reducir el tráfico restringiendo los accesos», señaló a este medio la concejala jeltzale de esta cartera, Beatriz Artolazabal (PNV).

Varios colectivos insisten en una flexibilidad mucho mayor de la planteada en un principio a la hora de acotar el tráfico. La asociación mayoritaria de comercio y hostelería, Gasteiz On, ha incidido desde el primer momento en que «tanto los propietarios de cualquier tipo de negocio como los clientes tengan accesibilidad total a la zona cuando lo requieran», en palabras de su gerente,Patricia García.

Por su parte, desde SEA Empresas Alavesas consideran que, en el primer borrador, las directrices eran «de una complicación tal y generan unos trámites administrativos tan elevados» que consideran que hay que «repensarlas y adecuarlas a lo realmente necesario» para el bien de los colectivos afectados, según plantea el responsable de Innovación, Luis Cebrián.