Las casas rurales de Álava rozan el 80% de ocupación de cara a Semana Santa
Mientras los agroturismos ven difícil repetir el 'boom' del año pasado, los hoteles aguardan las reservas de última hora en un clima de incertidumbre
La pandemia puso de moda las escapadas rurales. Afanados en buscar paz al aire libre y sin aglomeraciones, los apartamentos en pueblos y zonas de ... montaña vivieron todo un apogeo que este año sus responsable dudan de que se vuelva a repetir. En estos momentos, las casas rurales registran un 78% de ocupación de Jueves Santo a lunes de Pascua, todavía lejos del 91% que se alcanzó el año pasado.
Los agroturismos confían, sin embargo, en las reservas de última hora para completar sus plazas. «En el contexto en el que estamos son datos positivos aunque inferiores con respecto al año pasado, pero irán aumentando», asegura convencida la gerente de Nekatur, Idoia Ezkurdia. Ella estima que se quedará en el entorno de las cifras registradas en 2019, con un 83%.
Ese es un poco el ánimo entre los hoteleros. Moderadamente optimista se muestra Ezkurdia que aprecia un «ligero descenso» en el ritmo de reservas en los últimos días. De hecho, los hoteles han cambiado el miedo a las restricciones por la incertidumbre ante las consecuencias económicas de la guerra. Todo a solo dos semanas de que comience uno de los puentes más cotizados para el turista y rentables para el sector.
Las reservas van llegando muy poco a poco. «Es un año muy atípico», reconoce Gema Guillerna, al frente del NH Canciller Ayala. «Vitoria es un destino que no se elige hasta última hora». Y aunque se espera el cartel completo durante los días centrales, algunos temen que sea a costa de pérdidas cuando lleguen las facturas de los suministros. «Estamos teniendo bastante aceptación», dice Iván Saldaña, propietario de los apartamentos Diván, Irenaz y el hotel Hito. «Pero es muy difícil no desmoralizarse con estos precios de la luz y el gas», asume. «Estoy pagando cuatro veces más que hace un año», lamentaba.
Sin miedo al covid
Todo esto cuando el inicio de 2022 parecía aventurar una recuperación por todo lo alto. Más todavía cuando para la mayoría de responsables de la hotelería alavesa el covid es ya un capítulo superado. «El año pasado no se podía salir de Euskadi», recuerda Guillerna, que entiende que, necesariamente, este año será mejor que el anterior. «La gente ya no tiene miedo, al contrario, quieren viajar, moverse y conocer el País Vasco», asegura David Vázquez, del apartahotel Jardines de Aristi.
Con el turismo internacional todavía residual, los hoteleros confían en el turista nacional el grueso de las pernoctaciones. «Será otra vez el motor del turismo», analiza Edurne Ibisate, de Silken Ciudad de Vitoria, que también observa que ante la mayor demanda, los precios de las vacaciones también serán algo más altos. «El viernes ya lo tengo todo completo, pero todavía tengo disponibilidad el resto de días», detalla.
Con todo, las preocupaciones de siempre siguen presentes. No solo los cofrades miran al cielo, también los turistas se andarán con ojo para que el tiempo no les agüe las vacaciones. Pero mientras la directora de Jardines de Uleta piensa que cuanto más tarde caiga Semana Santa peor «porque hace mejor tiempo en el sur», Ibisate cree que las buenas temperaturas animarán a más gente a visitar la fría capital de Álava.
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