Álava elimina en Legutio un punto negro con 210 accidentes en 15 años

Se había hecho desgraciadamente famosa la curva de la Chopera, donde una pareja se dejó la vida en 2010, o el cruce de Elosu. «La sucesión de cambios de rasante se ha eliminado por una pendiente única. Hasta el momento había desniveles de hasta un 8 o 9%, mientras que ahora hay una única cuesta del 1,2%. Es una rampa suavísima que facilita la circulación de los vehículos pesados (casi un 30% del total) y ligeros. Antes, los camiones perdían velocidad en la subida, por lo que los turismos se ponían nerviosos y se provocaban situaciones de peligro en casi todo momento», explicó ayer Miguel Ángel Ortiz de Landaluce, jefe del servicio foral de Carreteras.

No es una carretera cualquiera, ya que sirve de conexión entre Vitoria y Bilbao a través del puerto de Barazar, por lo que muchos conductores siguen utilizándola a diario para evitar el peaje de la AP-68. Previamente existían «infinidad» de entradas a esta vía desde las distintas fincas que hay a su alrededor y se ha procedido a «reordenarlas» hacia vías de servicio -explicó el responsable foral- para evitar que su acceso suponga un riesgo añadido al trayecto. Esta reforma también permitirá que los autobuses puedan llegar hasta el popular Museo de Alfarería de Ollerías.

El puente de Elosu sustituye a «una intersección en cruz y un cambio de rasante sin ninguna visibilidad» que los vecinos de este barrio y de Ollerías sufrían prácticamente a diario, por lo que algunos no dudaron en acercarse a su puesta de largo oficial, con la presencia del diputado general, Ramiro González, y la titular de la cartera, Blanca de la Peña, aunque permanezca abierta al tráfico desde hace dos meses. «Se jugaban la vida en cada incorporación», reconoció Ortiz de Landaluce mientras algún lugareño asentía con la cabeza a la vista de este proyecto hecho realidad que llevaba casi una década sobre la mesa hasta que arrancó en 2018 con el socialista Josu López Ubierna como diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad. La solución a este importante problema ha sido un «enlace en diamante con doble pesa», es decir, a través de rotondas en las salidas de la carretera principal.

Se ha mejorado el desvío a Gopegi (Zigotia) con carriles de aceleración y desaceleración, además de crear ocho pasos de fauna para el tránsito entre las estribaciones del Gorbea y el embalse, lo que puede reducir la posibilidad de accidentes. La N-240 se ha diseñado y ejecutado -los trabajos han corrido a cargo de la alianza empresarial entre Balgorza y Firmes Alaveses con Nuño y Pescador- con el objetivo de alejarse de la «lámina de agua» del embalse y para proteger a especies protegidas como son la nutria y el visón europeo.

«El corredor del río Undabe tiene una enorme importancia medioambiental que se ha visto correspondida por un esfuerzo para acondicionar la carretera vieja inutilizada con la plantación para permitir el paso de fauna hacia Urrunaga», detalló el responsable foral de Carreteras sobre esta vía remozada que acoge la mayor parte de los transportes especiales que van rumbo al Puerto de Bilbao.