Camino de arrieros por Rioja Alavesa

El año 1511 las actas de las Juntas Generales de Álava recogen que: «fue platicado sobre el camino que los de Logroño piden que se faga por el puerto de Villafría». Dos años más tarde, fecha en 1513, la reina doña Juana I de Castilla, envió una provisión al Corregidor de Logroño encargándole que se informara sobre la necesidad de abrir un puerto que facilitara las comunicaciones de la ciudad de Logroño con las tierras de Álava y Bizkaia. El año 11 de mayo del año 1515 los regidores y procuradores de Logroño acudieron a las Juntas Generales de Álava y, mostrando la provisión de la reina «sobre razón de abrir el puerto de Villafría». Poco más tarde las Juntas Generales acordaron que «dicho puerto e camino se abra e faga».

Es el año 1546 cuando se publica el libro de Pero Juan Villuga 'Repertorio de los Caminos de España' que recoge el recorrido de este camino: 'Alvaina, Villafría, Biasteri, Logroño, Goncillo'. La confusión de Viñaspre por Biasteri durará muchos años, hasta el 2010 oficialmente. El año 1576 Alfonso Meneses publica 'Repertorio de Caminos', publicaciones que indican que este camino era transitado por numerosos viandantes. Camino que, como se lee en las Juntas Generales de Álava en 1574, llevaba años usándose: «Y que la dicha provincia, abiendo querido remediar (los agravios de Navarra) hizo hacer a su costa un puerto nuevo que llaman el de Billafría, para que por el pudiesen yr los traxineros y viandantes que ban para Logroño y otras partes de Castilla, sin entrar en el reyno de Navarra y por conservar las libertades y bexaciones que a bezinos desta provincia se hazen». Todo da a entender que el camino corrió por cuenta de la provincia de Álava, para tratar de evitar que los arrieros alaveses tuvieran que pasar por los puertos navarros de Lapoblación y la Aldea, teniendo que pagar impuestos en Navarra.

Desde Logroño se veía imprescindible abrir un camino apto para carros, que ayudase a conducir el vino hasta las «provincias exentas»: «La desgracia de Logroño ha sido siempre los escabrosos caminos y los impenetrables puertos que la separan de las dichas provincias». En la sesión que el ayuntamiento de Logroño tiene, el 13 de diciembre de 1772, acuerdan cobrar cuatro maravedís por cántara de vino para sufragar el camino por Villafría, contratando al arquitecto alavés Francisco Echanove que presenta un presupuesto de 217.689,50 reales para un camino de 9 leguas de longitud y 16 pies castellanos de ancho. El proyecto no parece entusiasmar a Vitoria y tampoco a Laguardia, no tardando en responder a los cosecheros y comerciantes de Logroño que «...siendo el camino directamente a beneficio particular de sólo los comerciantes y cosecheros de la ciudad de Logroño..., no es recíproco el beneficio», pues se obligaba a los arrieros y comerciantes del norte que, si venían con cargas de hierro, sacaran de Logroño el mismo peso en cargas de vino. Samaniego y Laguardia tenían otro proyecto: «fabricar un buen camino carretero desde Vitoria a Laguardia» por Herrera, proyecto que firma el arquitecto don Justo Antonio de Olaguíbel el año 1792, estando concluido en 1801, decisión que deja en olvido el abrirlo por el puerto de Villafría.

Villafría no quedó en olvido para los pueblos cercanos, pues Kripan, Elvillar y Lanciego se empeñaron en trazar un camino al puerto de Villafría. El archivo de Kripan conserva un documento fechado el 17 de septiembre de 1791 en el que se lee: «hacer el camino y rompimiento del puerto que llaman de Villafría, que es muy útil para los arrieros y caminantes». Para sufragar este ramal los tres pueblos tuvieron que vender bienes comunales, al no colaborar Logroño ni Vitoria: «por el camino que… construyeron e hizieron a sus expensas en el puerto de Villafría». Opinamos que los tramos de camino enlosado que se conservan entre Elvillar y Kripan y entre Kripan y el puerto de Villafría, que se conocen como 'la calzada romana', datan de esta época, de finales del siglo XVIII.

En la actualidad este camino se junta, poco después de pasar la villa de Kripan, con el que recogían las guías del siglo XVI. Tras caminar un trecho por el enlosado, el camino va remontando la pendiente de la sierra, hasta cruzarla por el puerto Nuevo, apto para carros estrechos. Si caminamos un poco más al oeste, encontramos el antiguo puerto de herradura de Villafría, un estrecho paso, al que se llega caminando en fila india.