Bandas en Euskadi
Los 14 cabecillas de la cúpula nacional de los Blood serán juzgados en Vitoria en 2026La investigación a esta banda arrancó con el líder en Álava y se ha cerrado esta semana. Habrá cargos de asesinato, drogas y organización criminal
Catorce cabecillas de la banda Blood, desde su líder nacional al joven presuntamente encargado de dirigir la sucursal alavesa, saben que su juicio en Vitoria ... está más cerca. Esta semana, María Antonia Blanco, responsable del Juzgado de Instrucción número 1 de Vitoria, ha cerrado la investigación abierta a mediados de 2021, cuando las escuchas telefónicas –que arrancaron con el presunto líder en Álava y se ampliaron a sus superiores– revelaron un inminente asesinato por encargo.
Queda ahora que la Fiscalía de Álava determine qué acusaciones finales presenta para cada investigado. Instrucción 1 aprecia evidencias de «un delito de pertenencia a organización criminal» en los catorce investigados, que implicaría una horquilla de tres a ocho años de cárcel. De forma más personalizada llegarán otros cargos por «tentativa de asesinato, agresiones, robos, tráfico de estupefacientes...».
Porque los Blood se habían acostumbrado a vivir al margen de la ley. Desde Barcelona y Madrid abrieron sucursales en media España. Los bloques (zonas donde está implantada la banda) del Norte se localizaban en «Vitoria» y en «Gipuzkoa», según la información recabada por la Guardia Civil, cuerpo responsable del desmantelamiento de esta cúpula ahora a la espera de juicio. «Llegará el próximo año», estiman en el Palacio de Justicia. Probablemente se celebrará en la Audiencia Provincial de Álava.
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Quién es quién en los Blood
«Tienes una semana para matar al 'cantante', si no iremos a por tí», ordenó William Samuel. Nacido en Ecuador en 1984, es El Suprema (jefe máximo) de los Blood en España. El señalado era un intérprete de drill (subgénero del hip hop) llamado Lyl Pibi, con más de seis millones de escuchas en internet aunque sin eco en las radiofórmulas. Esa crudeza con que este jefe se dirigió a un subordinado directo revela el férreo trato jerárquico con que funcionó esta presunta «organización criminal», compuesta por adultos y también menores.
Desde Vitoria descabezó la «organización criminal» hasta sus centrales en Madrid y Barcelona
Hay que rebobinar a finales de 2020 cuando la unidad de Información de la Guardia Civil en Álava se percató de los mensajes en redes sociales de un vitoriano, con apellidos compuestos, educado en un colegio concertado y protagonista de una puesta en escena más propia de los bajos fondos de otro tipo de urbes.
Sus bravuconadas eran fundadas. Los investigadores descubrieron que presuntamente comandaba una delegación al alza. Comerciaba con Rivotril, fármaco que mezclado con hachís, alcohol o pegamento forma el Karkubi, alucinógeno conocido como «la droga de los pobres» por su bajo precio. Pero lo que realmente alertó en el instituto armado fueron sus conexiones.
«Aunque tiene un papel secundario, estaba muy bien conectado», destacan fuentes de la investigación. Las escuchas y seguimientos dejaron atónitos a los agentes. Las chicas debían mantener relaciones íntimas con sus compañeros varones. Asaltaban «con violencia» a ciudadanos anónimos. Trapicheaban con drogas. Amenazaban a bandas rivales. Poco a poco elaboraron el organigrama principal de los Blood. Desde la base hasta la azotea de su cúpula. De Vitoria a Barcelona, pasando por Madrid.
En la cúspide reinaba William Samuel, El Suprema. Se le creía retirado tras ser condenado por la Audiencia Provincial de Barcelona a 17 años y medio de prisión tras ordenar en 2009 el asesinato de Daniel Martínez, un arrepentido de sólo 21 años años. Un peón de los Blood le mató a balazos en un parque de L'Hospitalet de Llobregat.
Dos detenidos en Vitoria
Doce años después, y aún en situación de libertad condicional, El Suprema mandó a un lugarteniente acabar con 'el cantante' por alguna rencilla por concretar. A finales de verano de 2021, la Guardia Civil detuvo en una estación de Madrid a los tres elegidos para la «misión», lo que se desembocó en una riada de detenciones en otros puntos.
En octubre de ese mismo año se precipitaron los arrestos de los «principales cabecillas». En Vitoria hubo dos arrestados, otro en Agurain y dos en Gipuzkoa.
Poseían armas de fuego, asaltaban a peatones, traficaban e iban a matar al cantante Lyl Pibi
Antes de ese momento capital, Instrucción 1 y el instituto armado se toparon con enormes dificultades. Los sospechosos tomaban «muchas precauciones». Dejaron de hablar por teléfono. Se comunicaban con claves. Desaparecieron de las redes sociales. Pero El Suprema dejó un rastro fundamental al exigir acabar con Lyl Pibi. Sus tres sicarios fueron detenidos cuando se disponían a viajar a la localidad del objetivo.
Como otros investigados, pasaron varios meses en prisión preventiva. Salieron tras abonar fianzas de 3.000 euros. Aunque la operación derivó en otras derivadas, en Navarra y Sevilla principalmente, el caso quedó en 15 imputados. Hasta que el 19 de febrero, Izan, jefe en Madrid (zona de Sol) y Getafe, apareció muerto en un hostal de Ciudad Rodrigo (Salamanca).
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