Un brote en la residencia de Cucho dispara las alarmas en Treviño
El geriátrico suma una «treintena» de casos, muchos asintomáticos, tras haber aguantado sin apenas sobresaltos el resto de la pandemia
Un importante brote de coronavirus en la residencia de la Sagrada Familia, situada en el pueblo treviñés de Cucho, se encuentra detrás ... de la decisión la Junta de Castilla y León de aumentar las restricciones. El municipio de Treviño -uno de los dos que componen el enclave situado en el 'corazón' de Álava- cuenta con una tasa de incidencia superior a los 1.500 casos sobre 100.000 habitantes, lo que le coloca en 'zona roja'. Su alcalde, Enrique Barbadillo, mantiene que un brote en el geriátrico ha desencadenado toda esta situación y disparado todas las alarmas.
Al parecer, y según los datos que maneja el propio regidor, el Covid ha afectado a una «treintena» de personas entre internos y trabajadores. La mayoría se encuentran asintomáticos y las pruebas preventivas han descubierto que son portadores del patógeno que ha puesto en jaque al mundo. Ya se han tomado las medidas necesarias para evitar su propagación.
Hasta fechas recientes, el centro de Cucho había superado sin apenas sobresaltos la pandemia. Sin embargo, después de que se les suministrase la primera dosis de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech se empezaron a manifestar los primeros positivos que provocaron que se hiciesen más test. Responsables sanitarios subrayan que no existe conexión entre estos dos hechos y es más probable que el contagio tuviese lugar en un contacto con el exterior.
La Junta de Castilla y León ha clausurado su hostelería en el municipio y fija el cierre de comercios a las 18.00
Esta residencia cuenta con 44 habitaciones, casi todas individuales, y da servicios a mayores de las inmediaciones y Miranda de Ebro.
La decisión del gobierno de Castilla y León había pillado de imprevisto a muchos habitantes de Treviño que no habían percibido la presencia del virus en sus calles. Sin embargo, y pese al desconcierto inicial, desde ayer les toca seguir las estrictas medidas impuestas por la Junta. Sus locales hosteleros permanecen cerrados y el comercio catalogado como no esencial tendrá que bajar su persiana a partir de las seis de la tarde.
«Los vecinos nos abrasan a preguntas y no sabemos cómo contestar. Siempre estamos en tierra de nadie», lamenta Enrique Barbadillo, que representa al PNV, en conversación con EL CORREO.
En el territorio alavés, según los últimos datos aportados por la Diputación, la semana acabó con 27 casos positivos en residencias y con la esperanza de que poco a poco se vayan recuperando algunos de ellos. En cualquier caso, las medidas de seguridad se han extremado más aún ante la amenaza de la 'tercera ola' y la presencia confirmada de casos de cepa británica en Euskadi.
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