Las bodegas exigen al Gobierno central poder acceder a los fondos y evitar una «injusticia»
El millonario plan deja fuera a las firmas que elaboran vino de Rioja Alavesa y txakoli, pese a que la mayoría acumula pérdidas superiores al 30%
Jarro de agua fría al sector del vino en Álava, duramente castigado por el cierre de la hostelería y las restricciones a la movilidad derivadas ... de la pandemia. La gran mayoría de las bodegas cerraron 2020 con unas pérdidas en la facturación superiores al 30% en comparación con el ejercicio anterior. Estar en esa situación económica era la principal condición para poder acceder a las ayudas directas que aprobó el pasado viernes el Consejo de Ministros y que ascendían en total a 11.000 millones de euros (7.000 en ayudas directas y otros 4.000 para reestructurar deuda o recapitalizar).
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Pero por el momento las compañías vitivinícolas de Rioja Alavesa y del txakoli vasco no podrán beneficiarse de ese plan económico del Gobierno central. El Boletín Oficial del Estado (BOE) del sábado publicaba las actividades susceptibles de pedir ayudas y dejaba fuera a las bodegas al saltarse el epígrafe de 'elaboración de vinos'. «Queremos creer que ha sido un error», aseguraba ayer Íñigo Torres, gerente del Grupo Rioja, «y por lo tanto esperemos que se pueda subsanar. Estamos en contacto con la Federación Española del Vino, que a su vez está hablando con diferentes ministerios para buscar una solución».
A la caída en las ventas en 2020, las bodegas suman un año casi en blanco en otra fuente de ingresos como es el enoturismo
consecuencias de la pandemia
La noticia ha dejado ya un poso de inquietud y preocupación en el sector, porque «si una actividad económica ha sufrido pérdidas por encima del 30%, en nuestro caso superiores en la mayoría de los casos, ha sido el del vino», añadía el portavoz de la principal organización bodeguera en la Denominación de Origen Rioja. Agrupa entre su medio centenar de firmas a 17 de las más representativas de Rioja Alavesa como Marqués de Riscal, Faustino, Ysios, Izadi, El Coto o Valdemar. Torres aseguraba que la situación ha de revertirse para que estas empresas tengan acceso a los fondos y evitar así «una grandísima injusticia».
La Rioja mueve ficha
El presidente de la Asociación de Exportadores de Rioja Alavesa-Araex, Javier Ruiz de Galarreta, tampoco le encuentra sentido a esta discriminación «salvo que sea un error y entonces se pueda resolver a la mayor brevedad posible». Porque hay actividades como la elaboración de sidras y otras bebidas fermentadas o la destilación que sí pueden solicitar ayudas si acreditan pérdidas de facturación de al menos un 30%.
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Las organizaciones bodegueras, además, recuerdan que a la caída de las ventas en 2020 «hay que sumar que desde el punto de vista del enoturismo el año se cerró casi en blanco» y esa vía de ingresos desapareció «casi por completo».
La exclusión del sector vitivinícola del plan de ayudas del Estado ha provocado que el Gobierno riojano de la socialista Concha Andreu ya haya movido ficha para intentar que las bodegas puedan acceder a los fondos. «Estudiamos la posibilidad de, atendiendo a las singularidades de cada comunidad», incluir otras actividades -como la elaboración de vinos- si hubiera esa opción. El PP ha presentado una proposición no de ley en el Congreso contra la exclusión de las bodegas del plan de 11.000 millones.
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