El bar de la 'Zapa' que sufrió el derrumbe inicia una larga reforma con el vaciado del local
Los arquitectos del Ayuntamiento visitan mañana el establecimiento para comenzar con la retirada de escombros y analizar el calado de la obra que necesitará
Los arquitectos del Ayuntamiento de Vitoria revisarán mañana el bar Botanic. Esta nueva visita, que en principio se llevará a cabo junto con los propietarios, ... servirá para concretar las labores de desescombro que tendrá que encarar este local de la calle Zapatería que el jueves por la noche sufrió el desplome de su techo y dejó diez heridos de carácter leve, dos de ellos hospitalizados. El vaciado será el primer paso del largo camino que le queda por delante a este establecimiento hostelero para recuperar la actividad.
Tras la visita de los bomberos y las técnicas del Servicio de Inspección del Consistorio, que comprobaron que la estructura del edificio no corría peligro inminente, ahora es el turno de los arquitectos que supervisarán la estructura del local. Una vez que se despeje su interior con un proceso de desescombro, tendrá que encargarse un proyecto de construcción para arreglar el importante destrozo que, al parecer, provocaron el agua y el peso de varios falsos techos (probablemente cuatro) instalados en las sucesivas reformas que se han llevado a cabo en el local. Más en concreto, en la zona anexa al edificio que se encuentra al margen de la norma municipal. Por eso, habrá que solicitar los correspondientes permisos municipales y encarar unos trabajos que se alargarán, al menos, varios meses. Además, los especialistas deberán confirmar o descartar si existe amianto en la techumbre de la caseta construida en el caño. Cuando todo esté finiquitado, ya se podrá pedir licencia de actividad para volver a abrir sus puertas al público.
A la espera de un diagnóstico más exacto y completo, es indudable que será una obra compleja porque podría darse la circunstancia de que sea necesario construir una nueva estructura, como avanzaban ayer fuentes conocedoras de la situación, y también habrá que reponer o arreglar las vigas que se vieron dañadas por el colapso del jueves. Pero todo dependerá de la decisión que a partir de ahora tomen los técnicos del Servicio de Arquitectura del Ayuntamiento.
Sus miradas se dirigirán, sobre todo, a la parte que sobresale del edificio e «invade el caño» que existe en la trasera, tanto a la altura del bar como de la primera planta. Se trata de una especie de saliente o apéndice que podría corresponder a una antigua construcción irregular y que -como ayer publicó EL CORREO en exclusiva- la normativa municipal insta a eliminar desde 2007, hace 17 años. «Según el PERI (plan especial de rehabilitación integrada del Casco Medieval) actual, se tienen que quitar», han asegurado expertos consultados por este periódico. El extracto que hace referencia a este inmueble en concreto, de hecho, aboga por «suprimir» los «elementos añadidos» , ya que producen una «invasión» del caño. Este tipo de construcciones improvisadas proliferaron durante décadas en muchos otros puntos del Casco Medieval (como almacenes o ampliación de las lonjas), pero no están reguladas dentro del Plan General de Ordenación Urbana, el documento urbanístico de mayor rango del Ayuntamiento.
Los primeros diagnósticos indican que el agua se filtró sobre el techo del Botanic durante un tiempo sin determinar, a través del «patio o terraza» que existía justo encima del bar. Afectó a la estructura de la construcción irregular, que no soportó el peso y colapsó. En apariencia, el derrumbe no dañó el esqueleto del edificio original, que se encuentra en buen estado, según corroboraron los Bomberos y el Servicio de Inspección.
«Vuelta al trabajo»
Por su parte, los responsables del Botanic quisieron trasladar ayer un mensaje de agradecimiento por «las muestras de apoyo y disposición de clientes, proveedores, amigos e instituciones» que han recibido en las últimas horas. «Y muy especialmente a los que vivieron con nosotros y ayudaron sin dudada a salir lo mejor posible de esa situación», recalcan en sus redes sociales.
«Después del gran susto, y por suerte sin lamentar heridos graves, nos hemos puesto a pensar en nuestra vuelta al trabajo», señalan sus dueños, quienes apuntan que «próximamente» atenderán a sus clientes en el bar Alambique, también en la 'Zapa'.
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