El Ayuntamiento de Vitoria prevé reunirse el jueves con el comité de Tuvisa para tratar de desactivar la huelga
La ciudad afronta este martes la cuarta jornada de paro indefinido en los autobuses urbanos, la segunda en día laborable
N. Nuño / I. El Aarras / R. Albertus / J. Barbó
Martes, 13 de febrero 2024, 00:27
La tercera jornada de huelga indefinida en Tuvisa, la primera en día laborable, tuvo ayer un seguimiento del 100%, según los convocantes. Sólo uno de ... tres autobuses urbanos realizó su recorrido. No hubo mucha gente en las paradas –los usuarios parecieron ajustarse a los flujos más amplios de los servicios mínimos–, el tranvía se convirtió en recurso para muchas más personas de lo habitual y se detectó una gran afluencia a los parkings gestionados por la propia Tuvisa, que serán gratuitos mientras duren las protestas –se notó especialmente en Santa Bárbara, Artium e Iradier–.
El Ayuntamiento prevé convocar al comité de empresa este jueves 15 de febrero para una reunión para intentar desactivar la huelga. Tanto la alcaldesa, Maider Etxebarria, como el presidente de Tuvisa, Iñaki Gurtubai, sostienen que las negociaciones siguen abiertas y piden a los trabajadores que «hagan una profunda reflexión de los acuerdos a los que se está llegando y del malestar colectivo que están generando en la ciudad».
Fue Gurtubai, presidente también de Tuvisa, el que avanzó que se está diseñando una nueva propuesta que podría acercar posiciones –las principales reclamaciones de la plantilla se refieren a la modernización de la flota y a sistemas de registro de los tiempos de trabajo–. «Nos gustaría pensar que llegaremos a un acuerdo, pero no es algo que esté sólo en nuestras manos. Tienen que poner de su parte y ser más flexibles», aseguró.
Los trabajadores hicieron visible su malestar por las calles de Vitoria empapelando marquesinas con pegatinas y carteles en los que proyectaban sus demandas y focalizaban sus críticas en la alcaldesa y el presidente de la empresa pública. También recorrieron las calles del centro con una caravana de vehículos por la mañana y protagonizaron por la tarde a pie una manifestación por las calles Adriano VI, Lovaina, Magdalena, Prado, Mateo Moraza, Olaguíbel, Paz, Independencia o General Álava hasta llegar a la plaza de la Virgen Blanca. «La plantilla no entiende que el Ayuntamiento esté permitiendo que la ciudadanía de Vitoria se quede sin transporte público urbano por no querer mejorar el servicio y por no querer velar por la salud de los trabajadores», denunciaron desde el comité.
«Que termine ya esto»
José López esperaba en la parada de Europa como todas las mañanas para ir a trabajar. «Según salgo de casa y llego a la parada cojo el bus, tengo siempre el tiempo calculado. Hoy he salido a la misma hora que siempre, pero aquí estoy esperando todavía», comentaba indignado. López sabía que había huelga de los autobuses urbanos pero no conocía los horarios. «Voy a llegar tarde al trabajo. Tengo ganas de que termine ya esto». Al igual que él, muchos otros vitorianos también se vieron perjudicados por el parón. Eva Ayala se llevó una sorpresa cuando se acercó a su parada de siempre y vió que el tiempo de espera era de media hora.
Pero hay otros quienes han salido de casa con el horario aprendido, aunque eso sí, resentidos por tener que cambiar la rutina. Edilma Gavilanes esperaba la Línea 10 en la parada de El Corte Inglé. «Sabía que iba a tardar en llegar, mi hija me mandó los horarios. Toca esperar y que se solucione todo pronto», afirmaba. Jason Roders, cuidador de una persona mayor, comentaba con hartazgo que si la huelga seguía, «nos tocará madrugar más o ir andando».
Aparcamientos gratuitos durante la huelga
Desde el sábado, tres grandes parkings céntricos son gratuitos. La sociedad pública municipal los gestiona y sus operarios han secundado los paros como medida de presión. En consecuencia, las barreras de los aparcamientos de Santa Bárbara, Iradier Arena y Artium permanecen subidas al no haber supervisores. Se puede acceder con el coche y salir y estacionar sin abonar ni un solo euro. En las máquinas expendedoras aparece un mensaje que avisa de que están fuera de servicio. Durante la primera hora de la mañana de ayer, las plazas de estos parkings estaban casi completos. «He venido media hora antes porque pensaba que sería imposible aparcar», comenta Silvia Plaza, que trabaja en las inmediaciones.
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