Rafa Gutiérrez

El Ayuntamiento de Vitoria, a juicio por la muerte de un trabajador posible víctima del amianto

El juicio se retrasa y la demanda de la familia deberá incluir a las mutuas del Consistorio y dos empresas. «Luchamos contra gigantes», temen

A. Carazo

Sábado, 16 de septiembre 2023, 00:37

Iñigo falleció el 8 de febrero de 2019 a los 45 años por un mesotelioma maligno epitelioide que le habían diagnosticado diez meses antes. La ... Seguridad Social (INSS) resolvió entonces que no era derivado de una enfermedad profesional, aunque el Ministerio de Trabajo vincule desde 2006 este poco común tumor canceroso con el amianto. Desde entonces, la familia de este electricista del barrio vitoriano de Zaramaga lucha por demostrar que su muerte está relacionada con la exposición a este elemento que, entre otros asuntos, servía para recubrir calderas y calefacciones.

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El objetivo no resultará sencillo. Ayer, la abogada que representa a la familia de Iñigo tuvo que enfrentarse a cuatro letrados, por lo que la mesa de la parte demandada del Juzgado de lo Social número 2 se quedó muy pequeña e incluso uno de ellos tuvo que sentarse al margen. A finales de octubre, cuando se retome el caso después de que ayer quedase suspendido, resultará absolutamente minúscula porque se han tenido que incluir en la reclamación judicial a todas las mutuas que desde 1999 hasta 2018 prestaron servicio a SIS Electricidad, Giroa y el Ayuntamiento de Vitoria. «Nos toca luchar contra gigantes», vaticinó una de las allegadas de Iñigo cuando salió de la vista.

20 años respirando

No es un asunto sencillo. El fallecido estaba contratado por la desaparecida SIS Electricidad, que fue subcontratada por Giroa para realizar labores de mantenimiento para el Ayuntamiento de Vitoria en los polideportivos, la vieja pista de hielo de la calle Logroño, pisos de acogida y otros edificios. La defensa quiere demostrar que a este electricista le tocó respirar amianto durante casi dos décadas por trabajar en la reparación, el desmontaje y la demolición en las que este agente quedaba disperso en el ambiente.

«Permaneció expuesto a amianto mientras realizaba trabajos de mantenimiento en las instalaciones de las calderas de los edificios, no solo por haber manipulado directamente materiales con contenido en amianto, revestimientos de cables o cuadros eléctricos, sino porque coincidía con personal que se encarga del desmontaje y demolición de instalaciones», considera la abogada, quien lamenta que a pesar de ello la Seguridad Social considere que se trataba de una enfermedad común.

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