Sojo se despide de las alertas rojas por falta de agua
La pequeña localidad ayalesa se dispone a renovar su red de saneamiento con medio millón de euros para evitar fugas de agua
Sojo es una de esas pequeñas localidades de Ayala, que con poco más de medio centenar de habitantes, extienden sus dominios por las faldas de ... la Sierra Salvada. Desde que llegó el abastecimiento desde el pantano de Maroño, hace un lustro, sus vecinos respiran más tranquilos porque tienen garantizado el abastecimiento durante todo el año, pero ahora han decidido poner fin a sus preocupaciones con el agua y acabar con las fugas. Sus vecinos y el ganado que pasta en los prados, se abastecen de manantiales «y desde que llegó el agua de Maroño estamos más tranquilos, pero la red tiene ya cuarenta años», explicó la presidenta de la Junta Administrativa, Asun Aguirre.
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«Aquí vivimos de la ganadería y necesitamos el agua para los animales, casi más que para nosotros mismos», apuntó. Por eso es un quebradero de cabeza que solo el 57% del agua que salió del depósito de abastecimiento en el año 2017 quedara registrado por los contadores de Sojo y Costera. ¿La razón?. Además, de las fugas, la antigüedad de los contadores, que ya suman 35 años,
En verano, el agua llega desde el sistema Agiel-Chinchurria que se almacena en Óceca
Sojo es el paradigma de las pequeñas juntas administrativas de la comarca de Ayala, que se abastecen por su propios medios de agua y que deben atender a la red de saneamiento. Sojo lo hace a través del Consorcio de aguas Urbide, pero también tiene que hacer un esfuerzo para poner remedio a este problema que le costará 484.000 euros resolver.
Con esta inversión garantizará la captación del manantial El Chorro que se almacena el depósito de Lejarzo. El sistema también cuenta con depósito un regulador de 200 metros cúbicos muy cerca del pueblo que abastece a Sojo y Costera. Sin embargo, cuando llega el verano, el caudal del manantial disminuye tanto que no es capaz de atender las necesidades de los pueblos a los que nutre, así que se debe recurrir a al sistema Agiel-Chinchurria que lleva el agua desde el depósito de Óceca al de Sojo.
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Caminos
La obra que en otras circunstancias no daría mayores problemas, también ha sido un quebradero de cabeza para la Junta Administrativa, que se ha negado a tender las nuevas tuberías por los caminos pavimentados. Es un criterio que aplica el Consorcio, pero que en el caso de Sojo, solo daría problemas porque la propietaria es la junta y abrir zanjas en los caminos públicos para enterrar las tuberías iba a darles más problemas que otra cosa, así que han encargado un nuevo estudio que solo colocará en los caminos pavimentados las tuberías imprescindibles.
El saneamiento de Sojo se conectará a la red de Artziniega, que irá hasta Güeñes, a 17 kilómetros
El saneamiento de momento está resuelto con una pequeña depuradora que atiende a la localidad, pero su presidenta confía en poder «conectarnos al saneamiento de Artziniega», que se resolverá a través de una larguísima tubería de 17 kilómetros de longitud para enviar las aguas residuales a la depuradora de la localidad vizcaína de Güenes. URA inició en 2021 el estudio para dar respuesta a esta conexión, pero de momento, no se conocen los detalles.
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