La residencia de Amurrio ganará 300 metros con la ampliación de la planta baja

Con el proyecto que se ha diseñado, se resolverá la escasez de espacio que se ha detectado en el edificio, construido en 1990. Con el paso del tiempo se ha tenido que ir adaptando a las necesidades cada vez mayores de las personas que residen en él. «La actual distribución de usos, acondicionamiento térmico, adecuación a la accesibilidad y habitabilidad del edificio responden a criterios hoy en día obsoletos», según explicó un portavoz del Departamento foral de Políticas Sociales que promueve la reforma.

La inversión, que asciende a 1,3 millones de euros, se financiará con cargo a los fondos europeos Next Generation dentro del programa de reforma integral de residencias forales que ya está actuando sobre la de Samaniego. La remodelación tiene un plazo de ejecución de seis meses a partir del inicio de las obras.

La residencia tiene ahora 2.059 metros repartidos en el sótano, la planta baja, dos pisos de dormitorios y el ático, con una terraza. Además de la ampliación de 300 metros prevista, la reforma afectará a otros 636 metros del edificio actual. La ampliación se hará en la zona sur de la planta baja, la zona más soleada, que tendrá más volumen y llegará hasta la acera.

La nueva superficie acogerá un salón comedor más amplio que el actual, que se ha quedado pequeño. El nuevo salón tendrá más espacio para comer y una conexión directa con la cocina. También habrá zonas reservadas para ver la televisión o jugar a las cartas. Permitirá además crear un nuevo recinto junto al acceso principal que «cubra la actual necesidad de sala de visitas» y un nuevo vestíbulo de paso que mejorará la privacidad entre la entrada principal a la residencia y el salón comedor.

La colocación de una celosía de lamas verticales de madera generará un espacio de circulación y acceso a las salas de rehabilitación porque gracias a esta ampliación, los servicios de peluquería-podología, un despacho y la sala de reuniones se van a trasladar a la planta baja y liberarán la habitación que ocupan ahora en el primer piso.El techo del nuevo edificio generará una gran terraza en la primera planta, donde se localizan parte de las habitaciones, que podrán disfrutar los residentes porque se podrá acceder a ella desde el pasillo y desde alguna de las estancias.

La nueva ordenación del espacio permitirá contar con un nuevo 'hall' de entrada que eliminará el porche actual para crear un espacio completamente cerrado en la fachada del edificio. Será al mismo tiempo una zona de estar o de espera que también podrán usar las visitas. Este espacio actuará como recepción sin que sea necesario entrar al interior de la residencia. También se colocarán puertas con apertura automática, dado que las actuales son pesadas para las personas mayores. En el programa de reforma se incluye la apertura de un nuevo hueco en la fachada trasera para facilitar la entrada de mercancías sin que tengan que usar el acceso principal.

La mejora de la accesibilidad pasa por la sustitución del ascensor hidráulico actual por otro mecánico y la adecuación de los inodoros de la planta baja, que son demasiado altos y no cumplen con la normativa actual. También va a mejorar la eficiencia térmica de todo el edificio gracias a una mejora de los aislamientos, vidrios y toldos con mejores prestaciones. El proyecto respeta la estética actual del edificio y las nuevas carpinterías seguirán el mismo criterio, pero con mejores prestaciones térmicas.