Llodio tendrá que esperar para equipar la nueva biblioteca del parque de Lamuza

El Ayuntamiento ha decidido esperar a la resolución por parte del Órgano Administrativo de Recursos Contractuales de Euskadi antes de seguir adelante. El concurso se adjudicó en marzo a la empresa Dynamobel, S.A. en un proceso al que se presentaron cuatro firmas del que dos de ellas fueron excluidas por no obtener la mínima puntuación recogida en las bases.

Cuando se resuelva el recurso, podrán empezar a colocarse las estanterías, mesas y sillas del nuevo centro de lectura en las que se van a invertir 248.000 euros. En ese momento, se decidirá acerca de la adjudicación y la empresa adjudicataria dispondrá de un máximo de tres meses para completar la instalación. De esta forma, el edificio, que terminó su rehabilitación a finales de 2016 tras una inversión de 1,2 millones de euros, podrá abrirse al público.

Aunque apenas se han ofrecido detalles acerca de la distribución de los espacios, sí parece claro que contará una zona infantil, otra dedicada a la literatura y una más para materias específicas. Según el plan, el sótano acogerá los aseos, un almacén y una zona de office además del centro de transformación. Hay que recordar que el edificio está dotado con un novedoso sistema de climatización por geotermia, lo que supondrá un ahorro importante en la factura energética.

En la planta baja, se distribuirán la recepción, mesas redondas y otras más grandes y rectangulares, una bebeteca separada del resto de la planta, un espacio con ordenadores, un archivo y un despacho. Repartidas por la planta habrá estanterías de diversas alturas para los libros. En cuando a su distribución, el orden propuesto inicialmente para esta planta indica que se encontrarán prensa y revistas, material audiovisual, el txoko morado de libros feministas, material para bebés, cuentos infantiles, enciclopedias y libros de consulta.

En la primera y la segunda plantas se ha planificado una distribución idéntica que divide el espacio diáfano en dos mitades longitudinales. En la zona que mira al parque, se colocarán seis estanterías dobles de 2,20 metros de altura en las que se repartirán los libros. También habrá cinco mesas con 32 sillas para estudiar y hacer consultas. Algunas de las estanterías quedarán sin ocupar para ampliar el fondo bibliográfico.

En la primera planta habrá novela, poesía, teatro, ensayo, biografías y cómics para adultos. Ya en el último piso, se podrán encontrar enciclopedias y diccionarios, libros en otros idiomas y para oposiciones así como materias especializadas.

Cuando se produzca el traslado, la biblioteca actual se acondicionará como sala de estudios a la que se podrá acceder con una llave magnética a través de una aplicación de móvil y en las que están descartadas las cámaras de seguridad. «Serán salas autogestionadas», según explicó en su momento el teniente de alcalde, Ander Larrinaga.