AVS hará la máquina con la que España quiere tratar el cáncer en el futuro

Según ha podido saber EL CORREO, la empresa con sede en Miñano será la responsable de diseñar el siguiente paso en medicina avanzada para tratar tumores. Habitualmente los pacientes de cáncer recibían tratamiento con rayos X. La famosa radioterapia anda ahora en una transición hacia la protonterapia, hacia el tratamiento de la enfermedad mediante protones. Sin embargo, en Miñano se trabaja ya en el paso que sustituirá a la protonterapia en el futuro: la hadronterapia.

Detrás de ese complejo nombre se esconde una realidad mucho más sencilla. Si la terapia con protones resulta más efectiva y menos lesiva que la de rayos X, la intención de AVS es dar el siguiente paso: aplicar un tratamiento con iones de carbono. «Es la siguiente evolución. Nosotros llevamos prácticamente ocho años desarrollando tecnologías concretas en ese ámbito», explica el CEO de la firma vitoriana, Miguel Ángel Carrera. «Esas partículas son muy prometedoras», relata en conversación con este periódico. Algo que confirmaba ayer el Ministerio: esta nueva tecnología «permite modular la irradiación sobre los tejidos tumorales con extrema precisión, con un daño mucho menor en el tejido sano, lo que es determinante en el tratamiento de casos pediátricos».

Para ese fin, el CSIC ha encargado a AVS construir un inyector de hadronterapia, la parte más compleja del acelerador con el que se podría pasar a realizar terapias en humanos. El Estado ha adjudicado a la firma de Miñano el contrato por unos 20 millones de euros.

El aparato diseñado por AVS permitirá que los científicos experimenten en los laboratorios lo que después se pretende aplicar sobre los pacientes en los hospitales. Aunque el inyector de AVS llegará a Valencia en septiembre de 2028, la compañía alavesa ya trabaja en el diseño de la máquina. Un equipo liderado por Michel López y con jóvenes talentos como Ania Tato revisa que los pasos se van completando adecuadamente con una meta: empezar a fabricarla a partir de septiembre de 2025 en el parque tecnológico. El ensamblaje, si se cumple el calendario, estaría listo para el último trimestre de 2027 con la idea de que «a finales de ese año y durante el 2028 esté en Valencia haciendo todas las pruebas para corroboras que lo hemos hecho todo correctamente», afirma Carrera.

En el mundo, según el primer ejecutivo de AVS, sólo hay «del orden de seis aceleradores» como el que pretende fabricar la compañía alavesa. El encargo del CSIC les sitúa «en el estado del arte de esta tecnología», en el pico de la innovación mundial en hadronterapia. «Este desarrollo tecnológico nos va a situar en un ámbito en el que tenemos que estar, en un sitio muy interesante. A nivel médico y social no se me ocurre un mejor ámbito en el que hacer cosas así y que tengan un impacto en la gente», indica.

Carrera equipara el salto tecnológico en esta línea de negocio al que supuso Lur-1, el primer satélite íntegramente vasco y que llegó al espacio en agosto. Desde entonces ha funcionado correctamente y ha seguido 'sobrevolando' Vitoria a 515 kilómetros de altura. También se ha actualizado el 'software' del artefacto alavés.

Su puesta en órbita ha sido la primera piedra de un camino en el que ya hay más lanzamientos de artefactos hechos por AVS a lo largo de 2025. «Se lanzan dos para mayo o junio. Estos son dos satélites más pequeños que van a encontrarse en órbita y se van a juntar. Nos pondrá en otro nivel». Más adelante, hacia finales de 2025, llegará el lanzamiento de Lur-2, donde AVS aprovechará testar una tecnología de propulsión diseñada por la filial británica de la empresa de Vitoria. El 'hermano mayor' del primer satélite vasco viajará al espacio de la mano de una compañía alemana.