Jiuyue Aurora, de 6 años, nació en España. Igor Martín

«Aurora puede ahora hablar con sus familiares en China sin intérprete»

Hija de padre asturiano y madre china, esta pequeña de seis años acude cada sábado a las clases desde Miranda. «Si empiezan de niños es mucho más fácil»

Domingo, 7 de diciembre 2025, 00:38

Aurora –así le llaman su padre y su madre durante el encuentro con EL CORREO aunque también tiene el nombre chino Jiuyue– nació en España ... pero siendo apenas un bebé viajó a China para que sus abuelos maternos la pudieran conocer. De regreso a casa, la familia tomó el último vuelo que partió desde el país asiático a España debido a la pandemia y el cierre de fronteras. Aurora tiene hoy seis años y tras el final del Covid ha regresado cuatro veces al país natal de su madre Ami Zhang. Esta pequeña es una de las alumnas de la academia ubicada en el colegio Niño Jesús.

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«Tenemos muchos familiares que viven en China y no nos gustaba nada que no se pudiera entender con ellos», comparte su padre, Luis de la Fuente. «Antes la comunicación era más complicada, pero ahora desde que va a clases Aurora puede hablar con sus familiares sin intérpretes de por medio. La comunicación es mucho más directa y fluida cuando hacemos videollamadas», añade Luis. Él es asturiano pero hace años que se mudó al país asiático por trabajo, allí perfeccionó el idioma y conoció a la que hoy es su mujer, que era profesora de piano. Se trasladaron hace una década a Miranda, donde tiene su sede la empresa automovilística para la que trabaja Luis, y hoy residen los tres en la ciudad burgalesa. Cada sábado acuden a Vitoria para que su pequeña reciba clases en la academia.

Sus padres son unos firmes convencidos de que «el futuro va a pasar por defenderse con los idiomas», y en este sentido consideran que el chino tiene «especial interés». Poder comunicarse en esta lengua con fluidez podría abrirle muchas puertas a su hija.

El idioma que se usa en casa

Luis comenzó a estudiar chino siendo ya adulto y reconoce que es un idioma complicado, sin embargo, «si empiezan desde niños es mucho más sencillo que lo vayan asimilando». Pero tanto para él como para la madre de la pequeña la asistencia de Aurora a esta academia es mucho más que una oportunidad para comprender mejor una lengua que es la que los tres utilizan para comunicarse en casa. «Si no viniera aquí se perdería toda la parte de la cultura y las tradiciones. Y es algo que nos encanta que aprenda», señala Ami. «Por ejemplo, una cosa que aprenden y luego muestran en la función anual son una especie de diálogos humorísticos que son muy típicos de allí», comparte su padre.

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La niña habla también castellano e inglés y asegura que «el chino solo es un poquito más difícil».

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