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El aumento «exponencial» del autismo en Álava desborda a su asociación y obliga a suspender actividades

El aumento «exponencial» del autismo en Álava desborda a su asociación y obliga a suspender actividades

La presidenta del colectivo, Natalia Rojo, pide coordinación a las instituciones

Lunes, 13 de enero 2025, 13:08

El número de personas con autismo (THA) está creciendo de manera «exponencial» en los últimos años. Un mayor conocimiento del trastorno y unos mejores sistemas de detección han hecho que la llegada de casos a la Asociación Autismo Araba sea incesante y ya tenga más de 500 familias registradas. «Incluso nos llaman desde haurreskolas para avisarnos de casos que observan», ha indicado Natalia Rojo, presidenta de este colectivo en el territorio, en una intervención ante las Juntas Generales. En el curso escolar 2023-24 recibieron 95 casos diagnosticados -no sospechas, sino comprobados por un médico- y sólo en el primer trimestre del presente año académico, 42.

Esto ha obligado a la asociación a suprimir actividades (la terapia con animales se ha convertido en un taller puntual) y aquellos escolares que lleguen a partir de enero se quedan sin huecos. «Les tienes que plantear que esperen a las colonias o a talleres puntuales», ha lamentado Rojo. «Se nos está haciendo complicado dar cobertura en el día a día», ha asegurado.

Pese a que hace quince meses la asociación inauguró su segundo centro de día, rápidamente se cubrieron sus 20 plazas. «Si abrimos un tercero o cuarto seguramente se completarían rápido», ha reconocido Natalia Rojo, que no ha querido señalar a ninguna institución o representante político por esta situación, sino que ha pedido a las distintas administraciones que se coordinen para tratar de frenar una situación que no parará de crecer. «La política es cortoplacista. Faltan diagnósticos a medio y largo plazo», ha lamentado la exparlamentaria.

«La discapacidad no entiende de problemas presupuestarios. No dejan de nacer niños con autismo porque no hay presupuestos y no le puedes decir a una familia que tiene que prescindir de una terapia ocupacional porque una institución no tiene presupuesto», ha ahondado.

Otro de los problemas es que nadie sabrá cómo evolucionarán los casos de autismo hasta que se conozca su verdadero origen. Además, no todos los socios necesitan el mismo nivel de atención, pues hay algunos capaces de ir a la universidad, FP o aprendizaje de tareas y otros con una mayor dependencia. Estos últimos, que cada vez son más, cuando cumplen con la etapa educativa siguen necesitando una atención permanente y eso se traduce en que «en muchas ocasiones» alguno de sus padres -generalmente las madres- a dejar su trabajo para tener que estar con su hijo.

El trabajo de Autismo Araba se ejerce desde Vitoria y cualquiera que necesite ser atendido tiene que viajar hasta la capital. Incluso quienes viven en la cuadrilla de Ayala, que si bien dependen de la organización sanitaria (OSI) de Galdakao, en la atención socioeducativa les sigue correspondiendo Álava. «Eso provoca que algunos niños se pasen dos horas al día en el autobús para acudir a un taller de 45 minutos», ha expuesto.

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