Ascienden a más de 50 las denuncias interpuestas contra un centro de estética en Vitoria

Hace dos semanas el centro de estética bajaba la persiana sin dar explicaciones a los clientes. Este negocio, que ofrece tratamientos de depilación láser, está ubicado en el mismo local que en septiembre de 2024 cerró tras un concurso de acreedores frustrado y traspasó la gerencia al Grupo Clinique Vitoria S. L. que cambió el nombre del centro a Clínica Internacional y asumió clientes del anterior negocio. De hecho, algunas de las denuncias registradas en Kontsumobide son porque no se respetaron las condiciones del traspaso.

La mayoría de reclamaciones, las últimas dos registradas ayer por la mañana, se deben al cerrojazo sorpresa que ha dejado a los clientes colgados con sus pagos, ya que en este tipo de clínicas lo habitual es pagar el tratamiento completo por adelantado. Se desconoce el montante total de todas las denuncias realizadas ya que «hay que abrir un expediente sancionador y una propuesta de sanción», explican desde Kontsumobide, y «la mayoría de denuncias no están en esa fase».

Desde la institución animan a los afectados a interponer una denuncia porque «de esta manera se puede sancionar a la empresa», aunque recalcan que no se puede garantizar la devolución de las cantidades previamente adelantadas. Además de denunciar, recomiendan acudir a la entidad bancaria si se ha financiado el tratamiento.

En el caso de Nuria Pereda, clienta afectada que denunció está situación a ELCORREO, abonó 1.053 euros por adelantado para un tratamiento láser para su hijo, que fue quien se encontró el local cerrado al acudir a su cita. «No había ningún cartel y tampoco nos atienden al teléfono», explicaba. Al llamar al teléfono móvil facilitado a los clientes, aparece apagado y el número fijo da llamada pero no atiende nadie.

Pereda ha reclamado en Kontsumobide y en la Ertzaintza, ya que en el gobierno Vasco le explicaron que el Grupo Clinique Vitoria S. L. no se encuentra en concurso de acreedores, por lo que le recomendaron «denunciar también por la vía judicial». En el caso de que la empresa iniciara un procedimiento concursal, las reclamaciones tendrían que canalizarse únicamente por la última vía, es decir, a través de la Ertzaintza.