Las apuestas caen en Álava un 31% por el cierre de la hostelería
Las restricciones apenas beneficiaron a las pujas online, que sólo crecieron un 1%. Pero sus usuarios se gastaron 1,3 millones de euros más que en 2019
El coronavirus ha empujado al negocio de las apuestas a una mala racha jamás conocida. El sector contabilizó el pasado año un 31,5% menos ... de pujas en Álava respecto a 2019 y una caída del 17,4% en su recaudación (48,9 millones frente a 59,2) lastrado sobre todo por la sucesión de cierres de la hostelería, el entorno preferido por los alaveses para probar suerte, y el escasísimo trasvase de usuarios al juego online, que creció un 1,3% en este complicado periodo. Las cifras que maneja el Departamento vasco de Seguridad evidencian un desplome inédito en un ámbito que no había dejado de crecer en el territorio desde que en el verano de 2008 abrieran las dos primeras casas especializadas en Vitoria y comenzaran después a multiplicarse los terminales por los bares.
Allí, en los locales hosteleros, los alaveses realizan cuatro de cada diez apuestas. Pero la bajada de persianas que han sufrido en varias ocasiones desde el estallido de la pandemia, y las reticencias de una parte de la población a consumir en interiores por miedo al contagio, han condenado también al sector del azar. En un año ha perdido un millón de pujas y 4,8 millones de euros de ingresos por estos establecimientos en el territorio. Apostar, recuerda Idoia Axpe, presidenta de la Asociación Alavesa de Jugadores en Rehabilitación (Asajer), tiene mucho de «actividad social» y la covid ha puesto precisamente coto a esos momentos.
De hecho, las pujas presenciales se redujeron el pasado ejercicio un 41,5% en Álava, diez puntos por encima de la media de todas las modalidades. Los salones de juego, a los que se alargó la orden de cierre más tiempo que a la hostelería, se llevaron la peor parte al ver su negocio caer a la mitad. Si en 2019 sus clientes realizaron 375.129 apuestas tras sus puertas (con un gasto de 2,9 millones de euros), en 2020 no llegaron a las 150.400 (y 1,5 millones en la caja registradora). Un auténtico batacazo. En Asajer observan lo ocurrido en 2020 desde una perspectiva muy diferente y reconocen que los jugadores en proceso de rehabilitación vivieron esos meses como «un periodo de cierta tranquilidad». La clausura de los espacios donde les podía tentar la suerte sirvió, de alguna forma, de «control externo» de la adicción de la que tratan de desengancharse.
El tirón del deporte
El perfil de quienes se acercan a esta asociación, que no ha parado de atender por teléfono y ha adaptado sus reuniones en grupo a entornos seguros frente al coronavirus, no ha cambiado con la pandemia. Hay más hombres y, «desde hace un tiempo, la edad es cada vez más baja». Entre ellos no existe duda de que la apuesta deportiva reina sobre las demás. «Les resulta muy fácil empezar, necesitan poco dinero, es muy social, de demostrar lo que sabes del tema...», retrata Axpe, que aconseja no olvidarse de la adicción que generan también otros juegos, desde la ruleta al póker. Todos se encuentran internet, la versión más moderna del azar y la única que se ha visto beneficiada en la pandemia. Los alaveses hicieron 'clic' a 1,5 millones de pujas online en 2020, con un desembolso de casi 24,4 millones de euros, un 5,6% más que un año antes, cuando se dejaron 23 millones.
«Hay que prestar atención a cualquier subida», advierte la experta. El incremento del negocio del juego a través de internet resulta modesto si se compara con el enorme retroceso que han sufrido las otras modalidades pero demuestra la facilidad que ofrece la red para apostar. En mitad de las clases virtuales, durante el teletrabajo... o en esos ratos muertos o cargados de tensión que, sobre todo el confinamiento, generó en casa. El encierro coincidió con el parón de las competiciones deportivas en todo el mundo, lo que provocó una disminución del 80% de los ingresos del sector durante esos meses, calcula la Asociación Española de Juego Digital.
La Liga, la Champions, la NBA... volvieron tiempo después y las apuestas se recuperaron. La prueba es que el 49,8% de la recaudación de las pujas llegó en 2020 vía online en Álava frente al 38,9% obtenido en 2019. Axpe recuerda que en la red cuesta menos abrir la cartera pues basta registrarse con la tarjeta, mientras que en persona «llega un momento en que se te acaba el dinero y tienes que parar y salir a por más o pedirlo prestado».
422 máquinas para apostar y 1.253 tragaperras
El sector del juego teme que el retroceso sufrido por la pandemia tras más de una década en expansión se vea agravado a lo largo de 2021 con el cierre de locales especializados y, sobre todo, hosteleros donde tienen máquinas instaladas. En Álava funcionan hoy 32 salones de juego y cinco casas de apuestas pero el negocio se concentra en los bares, unos de los grandes perjudicados por la crisis sanitaria.
La estadística del Departamento vasco de Seguridad revela que más de la mitad de las 422 máquinas para apostar que se reparten por el territorio se ubican en la hostelería, mientras que el resto se encuentran en salones de juego (98 terminales), locales especializados (35) y bingos (5). También hay 1.253 tragaperras, el 98% encendidas en bares.
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