Borrar
Piso en venta en la calle Eulogio Serdán del barrio de Coronación. igor aizpuru
La antigüedad de los pisos en venta en Vitoria se eleva a los 40 años de media

La antigüedad de los pisos en venta en Vitoria se eleva a los 40 años de media

La mayoría de los inmuebles proviene de herencias. «Los padres fallecen y los hijos, que ya tienen su casa, optan por vender», dice un experto

María José Pérez

Domingo, 26 de agosto 2018, 01:35

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

'Necesitamos pisos para venta y alquiler'. El anuncio, que cuelga de una céntrica inmobiliaria vitoriana, es el fiel reflejo de la situación del mercado de vivienda en la capital alavesa, donde la oferta está marcada por una antigüedad media de 40 años. En esa cifra la sitúa el portal inmobiliario idealista.com, que coloca la media nacional en 45. En estas cuestiones, «hablar de un datos concretos resulta complicado, pero obviamente hay más vivienda antigua que reciente», admite Carlos Fernández de Nograro, experto inmobiliario.

La mayoría de los pisos a la venta se encuentran en el Casco Viejo, el Ensanche y «los barrios que se construyeron hace 40 años o más», donde reside una población mayor y donde, en consecuencia, se producen más fallecimientos. De ahí que gran parte de las viviendas que salen al mercado formen parte de herencias. «Generalmente, los hijos ya tienen sus propios pisos y cuando sus padres fallecen, optan por vender».

Hace ya unos cuantos años, antes de que estallara la crisis, se producían circunstancias diferentes. Después de un tiempo en el primer hogar, «la gente tenía una buena situación económica y daba un paso adelante con la compra de una vivienda de otro tipo, más cara, porque podía asumir la carga», recuerda Fernández de Nograro. Sin embargo, cuando la economía se resintió y llegaron los problemas para muchas familias, «bastante tenía la gente con mantenerse». En ese momento hubo incluso «quien tuvo que vender porque no podía pagar. Eran viviendas más nuevas, de doce, quince años».

Una ciudad conservadora

Sin embargo, no fueron muchos esos casos porque «Vitoria es una ciudad muy conservadora, la gentes es prudente en general», justifica el propietario de Construcciones Fernández de Nograro. «Tampoco se quedaron viviendas a medio hacer como sucedió en otras ciudades». Así también se entiende que la oferta inmobiliaria no sea numerosa.

En los nuevos barrios como Salburua, Zabalgana «o incluso Lakua, casi no hay» pisos en venta. Sin embargo, «en Coronación o Zaramaga hay bastantes», como en «la parte vieja de Ariznabarra. Aquí hay que diferenciar porque hay una zona de los años 90 en la que la población es más joven; se da esa dualidad», expone el experto en su repaso por barrios vitorianos. Entre los que presentan una oferta escasa incluye Santa Lucía, «porque la población aún es relativamente joven. Puede estar en cincuenta y pico, tienen su vivienda allí desde hace años y no la venden», continúa.

En el caso del alquiler, la oferta es «muy poquita», reconoce Fernández de Nograro, «pero tampoco hay una gran demanda. Vitoria no es una ciudad de estudiantes y eso se nota», advierte. El reducido parque ha sido la tónica general en la ciudad, pero en algunos momentos se ha visto totalmente cubierto como «hace un par de años o tres, cuando Mercedes buscó trabajadores con experiencia para la cadena de montaje y vino gente de Nissan de Ávila, de Citroën de Vigo y hasta de Volkswagwen de Pamplona». Ahora, algunos de esos operarios «empiezan a tener contratos fijos y se deciden a comprar».

Sobre las características del parque para arrendar, «en general no ha habido pisos buenos», admite Fernández de Nograro. Sobre todo en los momentos delicados económicamente, «muchos se pusieron en alquiler por la desesperación de no poder vender», explica.

En operaciones de compraventa, 2018 no tuvo un buen arranque. «Los cuatro primeros meses fueron muy malos», después de que el año pasado se cerrara con un ascenso de ventas. «Parece que el mercado había espabilado», agrega. Tras ese mal inicio de este ejercicio «en junio y julio hemos visto un repunte, a pesar de que, generalmente, estos no suelen ser meses buenos».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios