En Salburua

4 años de cárcel al conductor que mató a Mari cuando cruzaba un paso de cebra en Vitoria y se dio a la fuga

Según ha sabido EL CORREO, la sentencia del magistrado Roberto Ramos considera que el ahora condenado, de 46 años y sin antecedentes previos, se saltó todas las normas de circulación en esta recta sin aparentes dificultades. No respetó la preferencia de la víctima, quien cruzó por un paso de peatones. Es más, dicta el fallo al que ha tenido acceso este periódico, que «realizó una conducción manifiestamente temeraria, con notoria y anormal desatención a las normas básicas reguladoras del tráfico, resultando claramente agresiva, incívica y conscientemente arriesgada».

Los informes periciales de la Policía Local certificaron que transitó a cerca de 90 kilómetros por hora en un tramo de 30. Una velocidad «totalmente desproporcionada y excesiva», marca el juez. Asimismo zigzagueó entre otros coches antes de alcanzar el paso de peatones por donde cruzó la víctima, quien murió casi en el acto. «Claramente pudo prever que si otros vehículos estaban detenidos antes del paso de cebra era porque algún peatón lo estaba atravesando», estima la resolución, muy crítica con el proceder al volante de este vitoriano.

Es por ello que este hombre ha sido castigado con 34 meses de prisión por «un delito de conducción temeraria en concurso con un delito de homicidio por imprudencia grave» y a otros 20 meses más por otro de «abandono de lugar del accidente». En total, 4 años y medio.

El fallecimiento de Mari, que iba acompañada de su marido, «tuvo su origen en la imprudencia grave del acusado». Remarca el texto legal que, durante su conducción aquella tarde de invierno, «no sólo no cumplió con el deber de diligencia que se le exigía, sino que además infringió la más elemental cautela». Incluso habla de «desprecio a las normas más elementales de cautela».

Mari salió despedida «44,48 metros». Nada pudo hacerse por salvar su vida. «Era una persona muy activa, deportista y con vida por delante», evocó entonces su entorno, destrozado por este abrupto final. Algún familiar, de hecho, estuvo meses en tratamiento. La aseguradora del ahora condenado les ha abonado casi 180.000 euros.

En este contexto, el conductor detuvo apenas unos segundos su automóvil para, acto seguido, acelerar y huir. En el juicio, celebrado hace unos días, aseguró no ser consciente de que había arrollado a una persona y que le entró «pánico» porque llevaba cannabis en el coche. Dio «positivo» en esta droga. Según su versión, debido a un porro fumado la noche anterior en su domicilio.

La Justicia lo ve de otra manera. «Una vez estacionado el turismo, no dio aviso a la Policía, sino que llegó a pinchar los airbags que habían saltado como consecuencia del atropello, aparcando el vehículo con su parte frontal de forma que no pudiera verse con facilidad», estima el fallo.

Sólo la paralización del proceso por un tiempo «desorbitado» ha jugado a favor de este hombre, evitándole una condena mayor. Aparte de ese global de 4 años y medio, tampoco podrá conducir durante 5 años y 10 meses. Esta sentencia no es firme y puede recurrirse a la Audiencia Provincial de Álava.