Amurrio se rinde al mejor txakoli

No faltó un sol radiante que ayudó a dar buena cuenta del medio millón de kilos cosechados en octubre del año pasado en la Denominación de Origen. «Son vinos muy ricos cuando los sirven frescos, y más si van acompañados de un pintxo», explicó Pilar, una de las expositoras de las bodegas. En los puestos de los productores se agolpaba el público, deseoso de probar los txakolis, bien maridados con pollo de caserío, hamburguesas, costilla de cerdo Euskolabel, pintxos morunos, morcilla y gildas. «Apostamos por el producto en local», señaló Merino, muy satisfecho por la buena marcha del bar que han abierto recientemente en el mercado de abastos de Vitoria, donde «estamos teniendo mucho éxito».

El txakoli tiene una de sus asignaturas pendientes en casa, porque a pesar de viajar por todo el mundo gracias a su calidad, desde Arabako Txakolina se ha realizado una apuesta muy fuerte para que se implante con más fuerza en Vitoria. «Ya hemos conseguido que bares de referencia de la capital incluyan nuestros txakolis en su oferta con mucho éxito», confesó Merino.

Entre las bodegas, la atracción estuvo en los nuevos proyectos. Beldui, de Llodio, ha reeditado este año su txakoli 'ojo de gallo', que «no sale siempre, solo cuando tenemos uvas tintas adecuadas», explicó Jon Gallastegi. Estuvieron presentes todas las bodegas, que se esfuerzan en la labor comercial y envían sus productos a Japón y Estados Unidos, como ha ocurrido con un vino espumoso de la bodega Goienea.

Una de las sorpresas que traerá los próximos meses es la creación de una nueva bodega, Tellaetxe, que ha empezado a trabajar en Amurrio, aunque todavía no tiene listo su producto. Asimismo, Pako Velarde presentó en su stand la utilización de drones para aplicar productos fitosanitarios en las fincas.

Por último, en el concurso de garrafas resultó ganadora Ane Amirola, de Llodio, que destacó por su buena mano en la mezcla de las ocho variedades que se presentaron.