El alza de contagios obliga a suspender más de 300 cirugías en Álava en el último mes
Los quirófanos del HUA solo han mantenido operaciones oncológicas y no demorables desde que estalló la sexta ola, pero han comenzado a recuperar actividad
Esta última ola de la pandemia ha vuelto a paralizar una parte sensible de la actividad sanitaria. Los centros de salud alaveses han aplazado revisiones ... y controles rutinarios y los hospitales Txagorritxu y Santiago han suspendido algo más de 300 cirugías en el último mes. Y es que la explosión de casos asociada a ómicron ha obligado a concentrar esfuerzos y liberar camas y personal especializado para hacer frente al aumento de hospitalizaciones en planta y en la UCI. Y aunque se asoma un «cambio de tendencia», según ha reiterado esta semana la propia consejera de Salud, Gotzone Sagardui, los riesgos de padecer una infección grave e incluso de morir aún son elevados, alertó. No obstante, ha habido una ligera reducción de la presión, lo que ha hecho que se recupere la cirugía programada. Los quirófanos de mañana funcionan ya al 80% y 90% de su capacidad, dijo Sagardui, quien confió en ir abriendo poco a poco los de tarde.
La cancelación de operaciones no urgentes, una medida que Osakidetza asumió también en momentos críticos de anteriores olas, comenzó a finales de noviembre. A mediados de diciembre, a las puertas de la Navidad, la OSI Araba y el resto de hospitales de la red pública decidieron aplazar todo lo demorable y mantenían lo oncológico, lo vascular y lo urgente. Un mes después los gestores buscan de nuevo huecos en las agendas de los cirujanos para llevar a la mesa de operaciones a los más de 300 alaveses a los que se les retrasó su intervención. «Lo que no puede esperar se sigue realizando», recalcaron fuentes sanitarias.
En Euskadi se han aplazado más de 3.000 intervenciones para hacer frente al aumento de hospitalizaciones
La situación es idéntica a la que han vivido Cruces y Basurto, con 1.500 cirugías suspendidas, y el Hospital Donostia, obligado a posponer un millar de operaciones en un mes de pandemia. «Hay un descenso claro del número de intervenciones», constató Patxi Nicolau desde ESK, consciente del malestar de los pacientes, que se quedan «sin fecha» en el horizonte para su operación. «La anulan y no les dicen cuándo se la van a poder hacer», comenta. Se trata de intervenciones demorables como las de juanetes, prótesis de rodilla o cadera o laparoscopias para eliminar vesículas y hernias.
¿Se ha tocado techo?
La incertidumbre en torno a la evolución del coronavirus hace imposible calcular cuándo volverá la normalidad a la actividad quirúrgica, aunque fuentes sanitarias confían en que se haya llegado ya al pico de la ola y también hayan tocado techo las hospitalizaciones. El 11 de enero, por ejemplo, había 840 camas ocupadas en planta en todo el País Vasco y 142 en las UCI, mientras que el pasado domingo, último día registrado en el boletín semanal de datos, eran 730 y 112, respectivamente. A finales de noviembre, cuando comenzaron a suspenderse operaciones apenas había 50 personas en críticos y 200 en planta, por lo que aún queda un trecho para que los quirófanos se pongan en marcha por completo.
No obstante, confirma un profesional del HUA, en los últimos días «han abierto de nuevo algunos quirófanos», al tiempo que la Navidad, periodo de descanso también para los profesionales, queda ya muy atrás. Y es que los sanitarios admiten que «lo peor de ómicron ha coincidido con una época en que de normal, sin pandemia, se opera menos», explican.
Este sexto embiste del covid ha dinamitado, por ahora, el impulso que Osakidetza había intentado dar desde el pasado septiembre a la recuperación de intervenciones no graves suspendidas. La pandemia ha hecho que las listas de espera aumenten sin visos de solución mientras se sigan replicando las olas.
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