Los alquileres de temporada se disparan en Álava para esquivar las futuras zonas tensionadas
Esta modalidad de contratos aumenta un 47% en los últimos dos años. Se librarán del tope a los precios que se aplicará en Vitoria
El mercado del alquiler acumula una auténtica revolución en la última década. La falta de recursos para poder comprar vivienda ha llevado a que en ... ciudades como Vitoria el 10% de su parque inmobiliario este ocupado por personas no propietarias. El auge de precios que ha provocado el desajuste entre oferta y demanda -en la capital apenas hay pisos por debajo de 900 euros, según distintos portales inmobiliarios- ha llevado a las instituciones a lanzar un plan de choque con la declaración de zonas tensionadas como medida estrella.
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Vitoria estará en ese grupo en un mes, según prevé el Gobierno vasco. Será oficialmente un municipio con el mercado descompensado. Otra cosa es que la tramitación administrativa permita activar en ese plazo el mecanismo clave para equilibrarlo: la imposición de un precio tope a los alquileres ordinarios. Todavía no se han concretado los índices que servirán de referencia. En los últimos días, Ayuntamiento y Diputación se han enfrentado a cuenta de la información aportada por la segunda para que el Eustat pueda compactarla y remitirla al Ministerio.
En su contexto
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331 alquileres temporales hay en Vitoria, según un informe estadístico de 2024. A ellos se suman tres en Llodio y otros tres en Amurrio. En la capital, hace una década apenas eran 157. Desde 2020 -entonces había 193- han crecido sin freno.
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En el punto de mira. El Congreso quiere equipararlo al alquiler habitual. Una proposición de ley impulsada por EH Bildu, BNG, Sumar, Esquerra y Podemos quiere endurecer los requisitos de esta modalidad para equipararla al alquiler habitual y desincentivar este régimen.
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3,4% es el peso que representan, todavía bajo, en el mercado inmobiliario vasco esta fórmula de arrendamiento coyuntural.
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Experiencia previa Refugio al precio limitado en Cataluña. El vacío legal en el que quedaban esta modalidad de contratos ha hecho que en Cataluña se disparasen para esquivar los topes de precio que se aplican en sus municipios declarados como zonas tensionadas. En el primer trimestre de este año, subieron un 52%.
Lo previsible en todo caso es que Vitoria fije esa línea roja al precio del alquiler antes de que acabe el año. Un horizonte que inquieta a propietarios de viviendas desde hace meses y que comienza a disparar un dato estadístico que venía siendo residual: están pasando sus pisos del alquiler regular a arrendamientos de temporada. Este tipo de contratos conseguirían librarse de las restricciones de precios. Así ha sucedido en localidades de Cataluña, pionera en la declaración de zonas tensionadas.
Y el mercado está siguiendo en Álava una inercia similar. Según los datos que maneja el Departamento de Vivienda, en los últimos cinco años esta modalidad de arrendamiento ha pasado de afectar a 196 pisos en 2020 a cerrar 2024 con hasta 337 viviendas operando bajo este régimen. Si tomamos como referencia los dos últimos años, el repunte se sitúa en el 47% (229 había en 2022).
En portales inmobiliarios este tipo de contrato acapara ya una cuarta parte de la oferta de alquileres en Vitoria
¿Cómo funciona este tipo de arrendamientos? Se establecen por periodos cortos, con un año de vigencia como máximo, y pretenden responder a necesidades temporales de estudiantes o trabajadores. De ahí que escapen a ese control, porque no son alquileres al uso. Teniendo en cuenta el último informe del Gobierno vasco, de las 337 viviendas que se ajustan a los parámetros de un alquiler coyuntural, sólo seis se encuentran fuera de la capital alavesa (tres en Llodio y otras tantas en Amurrio).
331 hogares tenían ese arrendamiento coyuntural en Vitoria a finales del pasado año. Basta un vistazo a los principales portales inmobiliarios para constatar su auge: en Idealista ya representan una cuarta parte de la oferta de Vitoria. Otros, sin anunciarse directamente como alquileres de temporada, tienen la misma filosofía: sólo admiten a estudiantes como inquilinos.
Entre los propietarios «hay preocupación» por los casos de inquilinos en «vulnerabilidad» y el futuro límite de precios
Durante la presentación de la estadística del mercado del alquiler (EMAL) de 2024, el Ejecutivo de Lakua también llamó la atención sobre este incremento, aunque remarcó que su peso en el mercado inmobiliario -donde todavía representa un 3,4%- está «contenido». Pese a ello, el consejero del ramo, Denis Itxaso, remarcó que «es importante que el crecimiento del alquiler responda a la necesidad de vivir en una vivienda estable y no tanto a dinámicas coyunturales o especulativas».
Cambios legislativos
El Parlamento vasco también ha puesto el foco en este fenómeno y en febrero ya instó al Ejecutivo -en un debate impulsado por EH Bildu, pero que se saldó con una propuesta pactada por PNV y PSE- a «informar a los agentes de la propiedad de los requisitos que exigen los contratos de alquiler de temporada, de su deber de comunicar dichos requisitos y de transmitir a sus clientes su obligado cumplimiento, so pena de incurrir en fraude, con las consecuencias que de ello pudieran derivarse». El texto también dejaba un aviso a las agencias inmobiliarias, a las que recalcaba «el deber de información a la Administración de los casos de incumplimiento que se hayan producido en los años 2023 y 2024 de los que tuvieran constancia».
En otro ámbito legislativo, en el Congreso de los Diputados, la situación del alquiler por un año también está en debate. Sobre la mesa del Legislativo nacional se encuentra una proposición de ley para equiparar los arrendamientos de temporada a los ordinarios. La iniciativa está impulsada por Sumar, ERC, EH Bildu, Podemos y BNG, aunque todavía está en fase de tramitación. Si prospera -habrá que ver con qué enmiendas- se podrían limitar a seis meses y sería necesario justificar muy bien esa temporalidad. En caso contrario se reconduciría ese contrato a un alquiler habitual. Ocurrirá lo mismo cuando se encadenen tres contratos de carácter temporal.
«No hay mercado de alquiler»
Ramón Sáenz de Valluerca es el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (COAPI) de Álava. En conversación con este periódico, disecciona el panorama del alquiler en Vitoria con una frase lapidaria: «No tenemos mercado». Apenas hay oferta y para la que existe, los propietarios requieren muchas «garantías. Buscan la calidad del inquilino», apunta, algo que se traduce en pedir «más requisitos» a los candidatos.
Sobre los alquileres de temporada, señala que el fenómeno, pese a que está en ascenso, sigue siendo minoritario y que se centra en «apartamentos para estudiantes». En cualquier caso, sí sostiene que «hay preocupación» por la zona tensionada y también por la imposibilidad de sacar de los pisos a los inquilinos vulnerables. Tanta, que hay propietarios «que no quieren alquilar». «La gente quiere confianza», sentencia antes de matizar que el alquiler en Vitoria «tampoco tiene una rentabilidad excesiva». Al cóctel inmobiliario se suma otra variable: los pisos vacíos. Hay unos 2.242 en la ciudad. El Ayuntamiento cree que tiene margen para poner en el mercado el 54,8% -1.240 apartamentos- con programas como Bizigune, en el que los propietarios ceden la gestión de sus viviendas al Gobierno vasco.
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